Para José Juan Torres, dejar de trabajar su taxi un par de horas esta mañana vale la pena con tal de que Uber y Cabify dejen de operar en las calles de la Ciudad de México, pues dice que desde hace algunos meses debe trabajar más horas para llevar la misma cantidad de dinero a su casa.

La culpa, dice, es de estas aplicaciones que prestan servicio de transporte a través de autos particulares.

“Los ingresos que percibimos han bajado, hay que trabajar muchas más horas. Antes con ocho o 10 horas era suficiente para sacar la cuenta, la gas y el gasto. Ahora para sacar lo mismo hay que trabajar mínimo 12 horas. Por eso estamos aquí, nos convocaron y presentamos esta inconformidad por estas aplicaciones que no están en la ley”, dijo Torres quien lleva 18 años laborando un taxi en la zona de Taxqueña.

Con esta queja en mente, Torres y cerca 200 taxistas más, pertenecientes a la Asociación de Taxistas Organizados del Ciudad de México (TOCDMX), acudieron esta mañana a la convocatoria frente a la Procuraduría General del Distrito Federal; ahí se estacionaron, uno tras otro por un par de cuadras, cerrando algunas calles de la colonia Doctores, con el objetivo de que el subprocurador de averiguaciones previas desconcentradas de la PGJDF, Óscar Montes de Oca, atendiera sus demandas y proceda legalmente para cesar las operaciones de Uber y Cabify.

Los vidrios traseros de cada uno de los coches lucían unificados en la consigna.

“¡Fuera Delincuentes! Uber, Cabify, Piratas por violar Ley de Movilidad!”, mostraban.

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Protesta Uber 2 (Gabriela Chávez)

En el centro de la protesta, el dirigente de (TOCDMX) Daniel Medina argumentó que continuarán con las protestas hasta que el gobierno responda contra los las apps de transporte privado, las cuales dijo que van contra del artículo 258 de la ley de movilidad y las calificó de ilegales, inseguras y dañinas para el negocio del gremio.

El artículo dice claramente que es un delito dar un servicio de transporte sin contar con una concesión y ellos usan carros particulares, que convenientemente les llaman socios. Eso es ilegal”, dijo Medina ante sus asociados, algunos atentos, otros gritando consignas, otros tantos desayunando.

Medina asegura que desde hace seis meses el gremio ha perdido 24 millones de pesos diarios a causa de este tipo de aplicaciones, sin embargo, el taxista José Juan dice queahora gana menos que antes, “tal vez 30% menos”, pero advierte que las causas van más allá de la operación de las apps.

“El pago de la cromática, de la revista, de la licencia y ahora descansamos más días. Ya no nos alcanza”, dijo.

Tras la conferencia, Medina junto con otros socios ingresaron al edificio de la PGJDF para reunirse con el procurador. De esta reunión esperan que el fallo les favorezca y se dé seguimiento legal a sus demandas, pues tras desde que las interpusieron el pasado 10 de diciembre de 2014, sólo se dictaminó que el dirigente de SEMOVI, Rufino León, ha hecho caso omiso de sus protestas. Ni Uber ni Cabify han tenido acercamiento con ellos.

“Vamos a seguir con más acciones organizadas como esta. Vamos a tener presencia física en el Zócalo y en otros lugares hasta que el gobierno actúe”, dijo Medina.

Buscamos a Cabify pero no estuvo disponible al momento para dar algún comentario mientras Uber comentó que ellos cuentan con los más altos estándares de seguridad para reclutar a sus choferes, que ellos están dados de alta ante el SAT y proveen facturas además de dar un buen servicio.

“En Uber creemos que los defeños deben de tener la opción para elegir como moverse”, dijo la compañía a Chilango.

Además dijeron estar abiertos a un regulación; sin embargo, pidieron a los taxistas reconocer la innovación de la plataforma y la diversidad de opciones.

Compromisos vagos

Además de las protestas, entre los taxistas rondan otras ideas; más drásticas, como no pagar la revista vehicular 2015 si el gobierno no toma cartas en el asunto, aunque para que esto suceda los 20,000 taxistas organizados deben estar de acuerdo y las opiniones están lejos de ser homogéneas.

Algunas pancartas advierten que Mancera protege a las apps, otras exigen más participación de la Secretaría de Movilidad y otros coquetean con la idea tomar la justicia por su propia mano.

En meses recientes, choferes de Uber y Cabify han denunciado actos de violencia por parte de taxistas de sitio y organizados en zonas como Santa Fe, Roma y Condesa, en donde se han encontrado autos de estas apps abollados a batazos. Medina niega que esto tenga algo que ver con ellos.

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Protesta Uber 3 (Gabriela Chávez)

En espera aún de un fallo o acción definitiva para seguir por la vía legal, Medina aseguró que el único camino para que el gremio no se afecte es si esas apps desaparecen; sin embargo, al preguntar por un compromiso de mejora al servicio por parte de los taxistas, Medina titubea, aún no lo tiene claro.

“Si tendríamos mejores capacitaciones, incluso hasta mejores unidades. Pero de compromisos todavía no vamos a hablar, hasta que los presentemos formalmente”, dijo.

Entre tanto, taxistas como José Juan, admiten que podrían tener mejor servicio si ganaran más dinero y que no prueban apps o tecnología porque “no alcanza para tener un teléfono con aplicaciones”.

“Tampoco tengo tiempo de probarlas. Ando todo el día correteando la chuleta”, dijo.

Ésta es la tercera protesta que los taxistas organizados realizan en la ciudad de México en contra de Uber y Cabify y aún no se logra llamar la atención de las autoridades.

Frente a sus asociados, Medina enumeró los 13 países en los que Uber ha sido prohibido o suspendido “En Francia los prohíben, en Alemania los prohíben , ¿Por qué en México no?.

“¡Porque aquí hay mucha corrupción!”, le contestó un taxista alzando la voz entre el barullo.

¿Qué opinan ustedes chilangos? ¿Uber, Cabify o taxis?