Uno de los clásicos inventos japoneses que ninguna persona sensata y con sentido del ridículo usaría, ni siquiera en los días más lluviosos. Se trata de un paraguas normalito pero con la salvedad de que tiene una especie de velo de plástico que cae desde los bordes hasta los pies del usuario. Y es que ya sabes cómo cuando llueve, según las leyes de la física, las gotas no caen verticalmente sino más bien ladeaditas.

Pero, ya en serio, ¿lo usarías?