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¿Valieron la pena 7 años de espera?

The Last Guardian: cuando los videojuegos quieren convertirse en arte

Hola, humano Foto: SIE Hola, humano
10 de diciembre de 2016
Por  Hugo Alberto Juárez   @poketronik

Tras 7 años desde su anuncio y muchos retrasos, por fin llegó a nuestras manos la tierna historia de Trico, una criatura parte perro - ave - gato, y un misterioso niño en The Last Guardian. ¿Pero valió la pena esperar?

¿DE QUÉ TRATA?

The Last Guardian es la última entrega de una trilogía de juegos (no relacionados entre sí) del creador japonés Fumito Ueda, famoso por títulos como Ico (2001) y Shadow of the Colossus (2005) (¡ambos DEBES jugarlos!). En él conocerás la historia de complicidad de un niño y una criatura llamada Trico, quienes se encuentran en la necesidad de escapar y de sobrevivir, luego de que el niño despierta lejos de su aldea en un lugar que no conoce.

Al inicio, Trico es una criatura salvaje que come humanos, pero el niño lo ayuda a sobrevivir y poco a poco se van haciendo más cercanos de una forma orgánica, no forzada, sino sutil y realista. La bestia va perdiendo el miedo a realizar ciertas cosas gracias a la guía del niño, mientras que éste va perdiendo el miedo a estar solo y supera sus limitaciones. Trico incluso se vuelve tan inteligente (o más bien, confía tanto en ti y te conoce) que más adelante te comienza a dar pistas o él solito te indica el camino a seguir.

  • Foto: SIE
  • El eje del título es la relación entre ambos personajes, y de ella se deriva una trama que es sutil y que requiere pocas palabras para desarrollarse. El conflicto es simple pero sirve muy bien al objetivo del juego.

    Durante tu aventura hay un equilibrio acertado entre momentos de tensión, segmentos de plataformas que te quitarán el aliento, combate que sólo ganarás con ayuda de Trico (y sólo si tú lo ayudas a él), saltos que parecen suicidios hasta que aparece la cola de la criatura para salvarte y, por otro lado, pausas donde escucharás a las aves cantando, te maravillarás con la vista de una cascada lejana o nadarás en las profundidades de un acantilado.

    ¿QUÉ HAY QUE HACER EN EL JUEGO?

    Prácticamente el 99% del tiempo tendrás que resolver acertijos para seguir avanzando (no esperes sangre ni violencia): cuarto a cuarto habrá un nuevo reto que deberás solucionar, ya sea en solitario o con ayuda de Trico. Algo fascinante es que a pesar del gran número de acertijos, jamás se sienten repetitivos: el juego se las ingenia para sorprenderte (y angustiarte) a cada paso. Deberás ser sumamente observador para encontrar las soluciones, así como probar cosas que pueden sonar de entrada imposibles.

  • Foto: SIE
  • El otro 1% del juego tendrás que superar segmentos de plataformas y apoyarte en Trico para recorrer grandes distancias. La verdad es que todo suena súper sencillo, pero evidentemente las cosas se van complicando, no sólo por el incremento natural de dificultad, sino por los problemas que lamentablemente tiene este hermoso videojuego.

    PROBLEMAS EN EL PARAÍSO

    Es triste pero el gran problema de los juegos de este género está presente también en The Last Guardian: la cámara. Esto se complica por dos razones: por el gran tamaño de Trico (como casi siempre tienes que estar junto a él, su cuerpo literalmente te tapa la visión) y porque a veces le tienes que indicar a Trico a dónde tiene que ir, para ello debes observar el punto destino y la cámara muchas veces no te permite enfocarte en lo que quieres ver.

    Por otro lado, Trico no siempre entiende tus instrucciones, y cuando sí las entiende, se toma su tiempo para seguirlas, por lo que en ese tiempo no sabes si las entendió o no. OJO: definitivamente, éste no es un juego para impacientes, pero sí para perseverantes, porque a la larga Trico entenderá más fácilmente todo y el ritmo de juego se irá acelerando.

  • Foto: SIE
  • También la configuración del control es un poco rara (tiene combinaciones confusas) y además es un poco sensible, por lo que te sacará varios sustos y canas verdes cuando tus movimientos tienen que ser delicados y precisos.

    Otro detalle tiene que ver con la progresión y la edición. Durante la mayoría del juego no hay pantallas de carga ni de salvado, por lo que irás cambiando de ambiente orgánicamente. Sin embargo, hay otros momentos donde “algo” pasa que el niño se separa de Trico y se desmaya. Al despertar, ya se encuentra en otra área distinta, lo que rompe un poco con la continuidad. Se exagera un poco con eso de que el niño se quede inconsciente para dar pie a otra etapa o cambiar de escenario.

    EL VERDADERO PROTAGONISTA ES TRICO

    Trico no es solamente un estupendo protagonista, sino también un logro técnico que debo destacar: a lo largo del juego, realmente se siente que tiene inteligencia, que actúa por sí mismo, que tiene curiosidad, que no se mete en lugares donde evidentemente no cabe. Pero también tienes que recordar que es una bestia y que se supone que es menos inteligente que el niño (aunque te sorprenderías, ¿eh?), así que actúa mucho por instinto, por sus necesidades físicas o por elementos del entorno que lo afectan o le dan miedo. También se suele mover de forma brusca, por lo que no debes esperar que sea “delicado” con el niño.

  • Foto: SIE
  • Otro punto a destacar son sus movimientos, que se sienten naturales y ágiles, como un gato. La animación es estupenda, creíble y contrastante entre momentos de rudeza, ternura y curiosidad. Sus plumas se mueven prácticamente de manera independiente una de la otra.

    ¿ESTO ES ARTE?

    Todavía en 2016 hay un debate sobre si los videojuegos pueden ser considerados como arte o no, y no vamos a definir aquí la respuesta, pero es un hecho que The Last Guardian es un ejemplo más de que pueden serlo... si se lo proponen. No solamente me refiero a los gráficos, de los que hablaré a detalle en el próximo párrafo, sino a la narrativa, al sonido y, sobre todo, a que te deja muchos mensajes, reflexiones, sensaciones… Justo lo que el arte provoca en quien lo observa.

    Gráficamente, TLG es impresionante, a su forma. Tiene un dejo de realismo combinado con la textura de una pintura. Roca, agua, cielo, plantas, luz y oscuridad conviven en un mundo maravilloso que se complementa a la perfección con los ojos de Trico y los gestos del niño. Solamente por su diseño y su estupenda calidad, The Last Guardian es una experiencia en sí mismo.

    A pesar de sus fallos y de haberse retrasado tanto por 10 años, no hay duda de que The Last Guardian es un título entrañable, diferente e inteligente que representa el lado más sorprendente de una industria consolidada que no para de darnos sorpresas. Chécalo ya.

    The Last Guardian
    Desarrolla: SIE Japan Studio
    Publica: Sony Interactive Entertainment
    Consolas: PS4
    Clasificación: T para adolescentes y adultos
    Salida: 6 de diciembre 2016

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