¿Por qué era tan genial?

Antes de los chicles ultra-mentolados que te destapan la nariz con sólo olerlos, los niños comprábamos 10 Motitas por un peso: chicles en forma de tubito que tenían una especie de tigre en la envoltura. Nuestros sabores favoritos: plátano y tutti-frutti.

¿Cuál es nuestra versión adulta?

La motita, pero no exactamente chiclosa. Buena ondaaaa, hermanoooo.

Nivel de diabetes

7