Una gran telenovela juvenil que reunía a los idolazos sesenteros Angélica María y Alberto Vázquez, ahora más bien otoñales, en una historia que era como un comercial gigantesco de la pista de San Jerónimo. Las cantantes era unas chavitas gorditas pero muy sensuales, llamadas de manera muy acorde Curvas Peligrosas, que hacían un cóver de los Hooligans.

Los protagonistas eran Paola y Martín, nombres muy populares entonces. Él era Flavio César, que entonces era cantante popero por el que todas morían.