¿O sea, cómo?

Más común en las mujeres (a pesar de que los hombres se masturben en la ducha, no deja de ser estilo manual). Consiste en colocar el chorro de agua (por ejemplo, con la regadera de teléfono) directamente sobre los genitales, en este caso la vagina de la mujer. La presión acuática la llevará a la gloria.

¿Qué tan efectiva resulta?

Para las mujeres mucho, aunque puede resulta contraproducente porque, paradójicamente, hay riesgo de irritación o poca lubricación.

¿Se puede hacer en pareja?

Claro, siempre pasa que el regaderazo post-sexo da pie a más jugueteos. Si están en motel, sobre todo, una buena opción es que el hombre masturbe a su pareja con la ducha de mano.