Por El Memo @guillermo_ga

De pronto nos preguntamos ¿Hay superhéroes chilangos? Así que recurrimos a León Márquez, quien fue escritor de uno de los cómics más exitosos entre los estudiantes de secundaria, Meteorix 5.9, para que nos refrescara la memoria.Encontramos cuatro que fueron famosos en su tiempo ¿los conocías?

CondonMan: ¡Es un pájaro, es un chorizo, es un… ¿condón?!

Desconocido por muchos y recordado por pocos, CondonMan es un héroe atípico que ayudaba a que los habitantes de Smogópolis –hiperchilanguizada megaurbe con límites que llegaban hasta Cuernacaca, Chorizotlán, Pueblétaro y Pipopetec de los Camotes– practicaran felizmente el antiguo arte del chaca-chaca (en serio).

78670Condonman Cortesía: Benítez

Condonman Cortesía: Benítez

Surgido de la calenturienta imaginación de Daniel “El Chido” Benítez, su primera aparición fue en 1994 en la revista de El Mil Chistes. Rostro y cabeza cubiertos por un enorme condón rojo, flaco escurrido, patas chorreadas, panza al aire y con unos tenis que denotaban que calzaba grande; CondonMan tenía como archirrival al Dr. Zoide, espermatozoide fruto de un coitus interruptus, que tenía a su servicio a una horda de aberrantes villanos: Cornudo, enfurecido astado que empitona a quien se deje; Mamá Dorita, insaciable devoradora de hombres; Fajamaleón, repulsivo bicho con una lengua que hace maravillas y hasta uno llamado el Sidácuaro.

Gracias a su éxito obtuvo su propia revista aunque sólo aguantó seis números. Después de una ausencia de casi 20 años, CondonMan intenta salir de nuevo de su guarida, montado en su pingamóvil y armado con su pistola lubricadora, a luchar por el derecho que tienen los hiperchilangos de disfrutar del sabroso cuachiplanche. A ver si se le hace.

78674Condonman Cortesía: Benítez

Condonman Cortesía: Benítez

Meteorix 5.9: el sueño húmedo de un superhéroe adolescente

Su origen fue así: un meteoro está a punto de destruir la Tierra y Arnold Schwarzennegger, presidente de Estados Unidos ordena destruirlo. La premisa tantas veces utilizada en Hollywood fue el pretexto para que Jorge Break, creador de Meteorix, sitúe su historia en el mero DF, allá por rumbos de la Pantitlán, donde Aldo Alva, un atolondrado adolescente, adquiere accidentalmente poderes que le permiten convertirse en Meteorix, un superhéroe de pelos azules que las más de las veces no sabe qué hacer o cómo actuar, y que a media batalla contra los mutantes puede ser distraído por los curvilíneos encantos de alguna de sus compañeras de la secundaria.

78671Meteorix Cortesía: Jorge Break

Meteorix Cortesía: Jorge Break

Además de jovencitas con cuerpos que serían la envidia de Salma Hayek, por las páginas de Meteorix desfilan mutantes, zombies, villanos de amplios gustos e identidades sexuales, maestros torturadores, ninis, grafiteros, comerciantes de barrio: como la vida real, pues. Las historias en Meteorix se entretejen en una maraña en la que intervienen los melodramas del cine mexicano, las situaciones absurdas y, sobre todo, la narrativa y estilo gráfico del manga japonés, del cual Break, es admirador y seguidor irredento. Es quizás el último cómic mexicano de autor que ha llegado a publicarse en puestos de revistas, y aguantó ¡90 números! durante ocho años. Por el momento no hay planes para Aldo Alva y su crew de la secun, pues su autor anda en otro proyecto llamado Centella Azul.

El Pantera: nuestro Batman de la colonia Obrera

Nada que ver con la serie de televisión de hace unos años: en el cómic Gervasio Robles era un ranchero enamorado que vivía en Arandas, Jalisco, pero que nació en la colonia Obrera (¡lo contamos como chilango!). Hijo de una oaxaqueña y un norteño borracho, Gervasio fue un adolescente que se crió en las calles del centro y que fue a parar a Lecumberri, donde aprendió artes marciales. No es un superhéroe con poderes, pero era bueno para resolver misterios y pegarle a todos (como Batman, pues).

78672El Pantera

El Pantera (El Pantera, de la extinta Editorial Vid)

Nunca fue policía, pero el general Porfirio Ayala lo utilizaba cada vez que había un problema en la capital. Sus ayudantes eran rarísimos: el Gorda con Chile, un taxista que lo llevaba a todas partes o Diana “Mosquitamuerta” una carterista de Tepito. Era feo como pegarle a un bebé pero con mucha suerte y todas las mujeres caían a sus pies. Se enfrentó a ex militares, narcotraficantes, ladrones y casi en cada episodio se tomaba un Pantera Punch: bebida de tequila, sotol, whisky, granadina, agua mineral y vodka. Pensándolo bien era más bien como nuestro 007.

El Bulbo: Superhéroe clasemediero

El Bulbo es el único superhéroe chilango que se sigue publicando hasta el momento (si saben de otro, avisen). Nacido de un accidente que involucraba magia negra y una vieja televisión Telefunken, los poderes de El Bulbo son desconocidos pero se sabe que tiene superfuerza, vuela, lanza rayos y puede invocar una espada que destruye todo.

78669El Bulbo Cortesía: Bachan

El Bulbo Cortesía: Bachan

Pero su principal característica es que siempre anda en busca de chamba para poder sobrevivir ¿que cómo le hace? ¡vende sus servicios de superhéroe! aunque por cada monstruo que destruye, tiene que pagar los daños que causa ayudando. Su enemigo principal es el Doctor Verboten, otro cerebrazo de la clase media, al que nada le sale bien. Bachan, su autor, es un virtuoso del dibujo y salió bueno pa’l negocio ya que lleva varias recopilaciones de su trabajo que puedes conseguir aquí.

¿Con qué poderes imaginas a un superhéroe chilango? ¿te acuerdas de otro?

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