Cuando todos descubrimos los fatalities los juegos gore y de peleas nunca volvieron a ser los mismos. El hecho de tener personajes tan fuertes y hábiles en sus combos le dieron un giro a la manera de concebir el género. Lo mejor es recordar cómo los padres se asustaban y consideraban que era un producto del mal. Ahora no quiero saber qué dicen de los nuevos shooters.

¿Qué mejor satisfacción que enfrentarse a Kintaro y a Shao Kahn? Como también arrancar cabezas, y espinas dorsales.