Testigo de las transformaciones y símbolo y objeto de ellas a la vez, el que conmemora la Revolución Mexicana es uno de los monumentos capitalinos que más cambios ha sufrido. Y no sólo físicos, sino de interpretación también. En la mente de los chilangos, también el monumento ha cambiado de significado. Pasado. Presente. ¿Futuro?

Finaliza con Tlatelolco…