Entrevistamos al escritor Enrique Serna con motivo de la publicación de su más reciente libro Genealogía de la soberbia intelectual, un ensayo donde muestra cómo las élites culturales a través de la historia han obstaculizado la difusión y circulación de las ideas.

Este fenómeno, que se mantiene hasta la actualidad, data desde hace más de cuatro milenios, y lo han ostentado sacerdotes, filósofos, artistas e incluso gobernantes por encima del hombre común.

Enrique Serna es autor de obras comoEl miedo a los animales,El seductor de la patria,Señorita México,El orgasmógrafo,Fruta verde,Giros negros, entre otras. También ha sido coguionista de telenovelas como en Cuna de Lobos.

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¿Cómo defines la soberbia intelectual?

Enrique Serna: La soberbia es uno de los 7 pecados capitales y por lo tanto se da entre personas de todos los oficios y todas las profesiones, pero la soberbia intelectual, tiene una particularidad, que es muy nociva, dificulta la difusión cultural y obstaculiza la circulación de las ideas, normalmente los escritores y los intelectuales queremos transmitir emociones, ideas, pero cuando la principal obsesión de un hombre de letras es reafirmar su superioridad sobre los demás, en particular sobre el hombre común, entonces se produce un divorcio entre las élites y el público, ese divorcio agranda el abismo entre la cultura popular y la alta cultura, me parece que ese abismo no debería de existir porque ambas se cultivan mutuamente y por eso me propuse desnudar en este ensayo las diferentes máscaras y disfraces que ha adoptado la soberbia intelectual a través de distintas épocas de la historia, sobre todo para rastrear esos disfraces que permanecen hasta nuestros días.

¿Qué otros pecados capitales cometen los intelectuales que afecten a la sociedad?

ES: Supongo que obviamente la gula y la lujuria los cometemos todos (risas) pero esa cuestión sólo afecta individualmente a las personas, en el caso de la soberbia es grave porque conspira contra el que debería ser nuestro principal objetivo que es transformar a los borregos en individuos, desmasificar, disolver los rebaños y en este sentido, la tarea de los escritores debe ir al revés que la mercadotecnia del espectáculo y que la mercadotecnia editorial, que necesitan tener masas compactas, con gustos predecibles, para poder manipular mejor, lo que intentamos todos los que estamos publicando libros o tratando de hacer una mejor comunicación con el lector es que los gustos no sean tan predecibles y lograr el ideal educativo de la paideia griega que se resume en una frase de Píndaro “transfórmate en lo que eres”, es decir, extraer el potencial que cada ser humano tiene para que se convierta en un individuo diferenciado para que no sea tan fácil predecir sus acciones a través de estudios de mercado o estadísticas.

¿Internet puede ayudar a contrarrestar la soberbia intelectual?

ES:Internet es una muy buena herramienta para contrarrestar el poder mediático porque ahora cualquiera, un bloguero inteligente y astuto puede tener miles o millones de seguidores, y eso permite que haya una pluralidad que no existía antes, pero creo que todavía algunos magnates de las telecomunicaciones tienen un enorme poder cultural mayor al que nunca soñaron los filósofos de la antigüedad y para ello, el internet puede ser una herramienta muy eficaz para contrarrestar ese enorme poder, el problema es que creo que el Internet está provocando, sobre todo en las redes sociales, un problema de comunicación superflua y es como el corrillo de ociosos del barrio pero multiplicado al cubo, y entonces mucha gente la utiliza sólo para no estar sola, en ese sentido sí puede ser adictivo y promover la pereza mental.

¿Cómo cambió la élite cultural con el regreso del PRI al poder?

ES:En la burocracia cultural siempre ha habido cotos de poder que nunca fueron abandonados en los 12 años de gobierno Panista. A mí lo que me parece, como bien se quejaba Octavio Paz desde los años 60, que la vida literaria de México se regía por las mismas marrullerías que ocurrían en el interior del PRI, tráfico de favores, sociedades de elogios mutuos entre escritores mediocres que se solapaban, etcétera, y esto no ha cambiado hasta la actualidad, yo creo que la burocracia cultural está controlada por escritores que tratan de darse la importancia que la pequeña comunidad cultural les ha negado, a través de premios, reconocimientos, canonjías, que cada vez tienen menos valor porque el público no cree en ellos.

¿Cómo cambiar los efectos de la soberbia intelectual?

ES:Estimulando el espíritu crítico de los lectores, del público, de la sociedad en general, porque la soberbia intelectual ha tenido siempre una herramienta que son los jerigonzas impenetrables, las terminologías que solamente un grupo de iniciados pueden comprender, que a veces sirve para ocultar la falta de ideas y permite que la charlatanería se pueda encumbrar, por ejemplo, en círculos académicos, es importante que haya una fiscalización del trabajo intelectual y por eso yo defiendo la pedagogía invisible en la literatura, en el ensayo, en la novela, creo que debemos de cumplir una función educativa en la literatura, desde luego que no pretendo que los escritores seamos ajenos a todos los pecados capitales, seamos santurrones, pero hay una diferencia importante entre la vanidad y la soberbia. El vanidoso necesita de la aprobación de los demás, el soberbio es autosuficiente, él ya se aprobó y se aplaudió a sí mismo y no necesita para nada de la opinión ajena, y desde que está en esa situación ya no tiene ningún interés de entablar contacto o comunicación con el hombre común.

¿En qué obra estás trabajando actualmente?

ES:En una novela negra que ocurre en Cuernavaca, donde vivo desde hace mucho tiempo.

¿Te gustaría volver a la televisión?

ES:Desde el 2001 no he vuelto a escribir para la televisión, pero sí me gustaría regresar si me dejaran hacer un proyecto propio o adaptar alguna de mis novelas.

¿Qué te parece la televisión que se hace actualmente?

ES:Creo que es la edad de oro de las series televisivas, estamos viendo series extraordinarias, sobre todo las de HBO, Showtime, en la tv de paga, pero también algunas de televisión abierta, creo que los escritores de esas cadenas han conquistado una gran libertad creativa, que les ha permitido renovar los lenguajes, en algunos países latinoamericanos también ha habido un boom de la telenovela, como en Colombia.México se ha quedado atrasado y estancado en esto por culpa del duopolio televisivo que tenemos, en donde hay feudos controlados por gente muy mediocre que no admite que nadie con un mínimo de talento pueda llegar a trabajar.

Estoy viendo los Borgia, he visto Roma que me parece extraordinaria, he visto Downton Abbey, que me parece extraordinaria también, en telenovelas, la colombiana sobre Escobar, interesante, es una buena telenovela histórica, documental, que sigue al pie de la letra la carrera criminal de este hombre.

¿Qué se necesita para que en México se produzcan series como las que mencionas?

ES:La entrada en competencia de más cadenas puede ser benéfica, pero espero que la competencia se establezca en términos de mejorar la calidad y no en términos de ver quién embrutece más al espectador, como sucedió en los 90 entre Televisa y TV Azteca.