Tiene motivos playeros (el diseñador es Rodolfo Fuentes, @donrodomarinero en Instagram), pero con una narrativa amoroso-naviera. El servicio se pega a ese apapacho: es invitador, amistoso.

Nadie ha evitado decir que su carta fue creada por Eduardo García, de Máximo, pero pocos han notado que su comida es más lúdica: puro gozo ácido y caluroso en platos como el laminado de atún con chiles secos, la envueltita de maíz con pescado y queso de hilo, el empacante caldo de camarón.

El guiso más complejo de la carta es la pesca del día en salsa de chile güero. Es la relectura de un pescado a la veracruzana con los acentos donde deben estar: en el picante ligero, en la salinidad de una salmuera, en la acidez y dulzura del jitomate cocido. ¿El único pero de la carta? Su fijeza. Si cambiaran con más frecuencia, nunca nos sacarían de ahí.

TIP: El mejor día para visitar De Mar a Mar es el domingo, cuando Reforma se transforma en un largo parque vecinal. Reserva.