A un lado del conocido antro Pasagüero, se ubica el restaurante Motolinía 33. Sus cómodas instalaciones te llevan a un país extraño en el que te podrías encontrar a Björk o a los integrantes de The Mars Volta mientras te comes un delicioso taco de pescado en cualquiera de sus diferentes presentaciones: especialidad de la casa, como el de camarones capeaditos con huevo, con su corteza doradita y crujiente, acompañados con un aderezo algo picoso pero nada incómodo; o un rico taco de marlin –también conocido como pez vela–, cocinado en salsa de jitomate con un toque de chipotle; éste sí está picosón, pero si eres aficionado no tendrás problema.

Los chicos del lugar son bien alivianados y les puedes pedir sugerencias sobre la carta sin ningún problema. El ambiente es juvenil, aunque también llega uno que otro no tan joven atraído por la pantalla de plasma en el interior.

Y si no se te antojan los tacos, también puedes ordenar los sándwiches de jamón de pavo, que te llenarán ese huequito en el estómago. Para acompañarlo, qué tal una refrescante cerveza. Pero si no quieres comer nada en forma y lo único que se te antoja es botanear, puedes hacerlo con el platito de chicharrones crujientes con mucha salsa, mientras observas los videos.

Un café también es una buena opción. Pide un moka, su sabor a chocolate deleitará tu paladar. Para acompañarlo puedes decidirte por un pay de queso, el cremosito y dulce sabor saciarán tu capricho de comer algo dulce.