¡Ah, diciembre! Esa bella época en la que todos nos reunimos bajo un techo a celebrar que sobrevivimos un año más–aunque según los designios mayas éste pueda ser el último–, en la que convivimos con nuestros seres queridos, ponemos un arbolito, esferas, comemos, cantamos y todo es amor y alegría.

O no.

La verdad es que en estas fechas sacamos el lado más neurótico que tenemos y provocamos que la ciudad se vuelva un caos. Algunos nos enojamos tanto con la locura navideña que nos volvemos grinchs por excelencia. Pero no nos culpen, amigos, nuestra amargura NO tiene que ver con el sentido de la Navidad, o el año nuevo, sino con las “locuras” que hacemos. Estas son sólo algunas de las más típicas.

Las tiendas se vuelven campo de batalla

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Blck Friday

El aguinaldo nos llega en diciembre y las tiendas lo saben, así que aprovechan para hacer descuentos al por mayor, causando una locura de niveles épicos. Justo en las noches de ventas, o algunos días antes de navidad, las plazas comerciales parecen un verdadero campo de batalla. La gente se empuja, todos gritan, lloran; novios se pelean y familias enteras se separan entre la multitud. Y eso es solo el principio.

Villancicos hipnotizantes

Mientras el pandemonium tiene lugar en las tiendas, el contraste es grandísimo con los villancicos hipnotizantes que suenan y llenan el ambiente de paz y tranquilidad. Claro que esta calma se vuelve un infierno después de escuchar 30 veces cómo beben agua aquellos peces en el río. Tal vez la solución sería que alguien se dedicara a innovar en esto de los cánticos decembrinos, así escucharíamos más historias diferentes a aquella de la virgen lavando pañales.

Tránsito infernal

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Tránsito

La navidad, y casi cualquier festividad, significa algo para todo chilango: tránsito infernal. Así es, cualquier fecha en la que la gente se tenga que desplazar significa caos vial. En especial en Navidad. Caos vial.Un tramo de periferico en el que normalmente hacemos 20 minutos se convierte en 2 horas desperdiciadas por culpa del caos vial, y así de fácil perdemos el espíritu navideño y las ganas de vivir. Y todo por culpa del maldito caos vial.

Programas aburridos

Suponemos que las televisoras también descansan y por eso deciden ponernos los refritos navideños de siempre. Una y otra vez. ¿No saben cuáles? Mi Pobre Angelito, El Grinch, Santa Clausula… Incluso hay canales que por alguna extraña razón deciden poner Titanic en épocas navideñas. ¿Por qué? ¿Qué tiene de navideño ver morir a Jack? Ay, blanca navidad.

Sentimentalismo al mil

52750¡Las plazas comerciales se vuelven campo de batalla!

¡Las plazas comerciales se vuelven campo de batalla! (Especial)

Quizás es por tanto estrés, o por tanta comida, que traemos el sentimentalismo a todo lo que da y nos soltamos a chillar cual Magdalena. Cualquier pretexto es bueno para llorar en estas fechas. Ahora que, desde el lado positivo, esta es una de las fechas más esperadas por los #ForeverAlone ya que es época de abrazos, cosa que sólo reciben una vez al año. Así que para ellos esta temporada es como su Vive Latino.

Ropa ridícula

52745Sweater

Sweater

¿A quién se le ocurrió la brillante idea de diseñar ropa con arbolitos bordados, o renos tejidos, o Santa Closes orgullosos? Díganme, ¿a quién? Ésta es –quizás–una de esas cosas que nunca sabremos, como tampoco el porqué a la gente le gusta adornar sus carros con cuernos de reno… O bigotes de norteño.