Cumplir años es cosa delicada; no es un simple festejo como mucha gente cree. Ese día hay muchos sentimientos involucrados; desde la susceptibilidad máxima, hasta euforias incontrolables.

Suponer lo que los cumpleañeros quieren recibir ese día y es muy complicado porque no es lo mismo lo que nosotros hacemos en nuestro día, a lo que ellos quieren hacer en su día.

Indiscutiblemente, hay principios para festejar que son incorruptibles. Échales ojo para que no le arruines el día a nadie.

No más “happy birthday to you”

No llames a los meseros para cantarle las mañanitas. Ese show espantoso nadie lo quiere, son 10 minutos de estrés total: rodeado de desconocidos azotando cacerolas, gritando feliz cumpleaños en 11 idiomas diferentes y todo el restaurante observando; mientras el festejado no sabe ni qué hacer. Guarda tus ocurrencias para otro momento.

Bye bye agregados

No seas gandalla, si el cumpleañero se animó a hacer una fiesta no se la arruines. Llegar con 10 agregados está muy gacho, probablemente su deseo sea compartir ese día tan especial sólo con sus mejores amigos. Sé educado: no vayas con las manos vacías y pide permiso para agregar gente (o aprende a ir solo, ya estás grandecito).

Que no te salga lo irresponsable

Un día en tu vida se puntual; no busques pretextos, no le eches la culpa al tráfico ni a tu trabajo. Si quedas de festejar a tu persona favorita: be there.No dejes el regalo para el último momento, para eso sirven los calendarios y todas las aplicaciones de iPhone, pon recordatorios. Prepárate para ese día como si los papeles fueran al revés. Recuerda que los detalles especiales jamás se olvidan y dentro de más des, más recibirás. Todo es un búmeran.

¿Ositos de peluche?, no por favor

No hagas ridiculeces, los cumpleañeros no quieren que Winnie Pooh se aparezca en medio de su oficina y empiece a cantar para alegrarles el día. Si vas a regalarles algo busca un detalle sencillo y sin complicaciones. Recuerda que un detalle personal como una cena o una atención siempre es más lindo que algo material.

Fiestas ajenas nunca

No los invites a un plan que ya tenías: “vamos a la fiesta de un cuate y ahí te festejamos”. ¿Qué parte de es SU día no entiendes?. No pretendas que la pasen irreal cuando el plan no gira alrededor de él. Cancela los asuntos que tengas pendientes y regálales por un día toda tu atención. Y si los llevas a fiestas ajenas asegúrate de que no se sientan incómodos.

No estás en un programa de concursos

Aunque hayas visto muchas veces programas como El juego de la oca y Se vale, no asocies un pastel y la cara de alguien como algo divertido porque no lo es, bueno para los demás sí, pero para el cumpleañero no. Así que evítales corajes y no los molestes en su día aventando merengue cual chango poseído. Si es mujer la festejada olvida el merengue. Maquillaje arruinado en ese día puede ser una tragedia.

No marques su fecha con nada

Pedirle matrimonio a un cumpleañero no es una buena idea por romántico que te parezca, pues existe el riesgo de que concluya la relación en algún momento y “la que era su fecha favorita” podría terminar siendo el día que no quiere recordar jamás. La otra cara de la moneda es terminar al festejado ese día, pero hacer algo tan gacho sería una karma tan cañón que no se la acabarían hasta llegar al infierno. Así que esperen unos días si tienen una decisión tomada. No olviden que el amor siempre tiene dos caras: feliz y triste.

Fiesta sorpresa, depende…

Aprendan a calar el carácter del festejado; hay los que aman las sorpresas y hay los que odian cualquier factor que los agarre desprevenidos. Así que antes de organizar cualquier cosa cuestiona sus gustos y ve si la idea de algo así le agrada. Si es una persona poco familiar no se te ocurra invitar a sus tíos, primos y abuelos. Siempre es mejor idea algo más petit comité.