A mordidas
8 de noviembre 2021
Por: Fer Frias

EL MAPA DE LOS ESQUITES DE LA CDMX… el GPS a un sabor único

Si eres fan de los esquites, te compartimos un mapa que se volverá tu herramienta perfecta para el antojo vespertino.

por Ana Paula Tovar

En esta ciudad hay tanta comida callejera como glotones. A media tarde se antoja algo “ligerito” y basta dar una caminata corta para encontrarlo: papas fritas, helados y paletas, dulces, churros azucarados o unos esquites.

Cada barrio tiene sus centros dedicados a la gula. Suelen ser lugares de paso, como la estación del metro, o espacios de reunión, como un parque. Si eres del barrio sabes adónde ir, y si eres visitante no importa: un experto sabe que el sitio más lleno ofrece lo mejor. Pero hay quien necesita datos duros; para ellos está Baruch Sanginés, un geógrafo egresado de la UNAM que está mapeando, entre otras cosas, todos los esquites de la Ciudad de México.

Chilango: ¿Baruch, cómo comenzaste a hacer mapas de comida callejera?

Baruch: ​​A mí lo que me interesó fue poder dimensionar la oferta de comida callejera, porque muchas veces no tenemos datos oficiales, ni precisos sobre estos temas.

C: Hiciste un mapa de tacos en 2019 y para eso sí sacaste la información de datos del INEGI.

B: Exacto, el INEGI ​​tiene datos sobre locales fijos, algún restaurante, fonda, y también de unidades económicas semifijas, pero no tienen ningún tipo de información sobre puestos móviles, como los de esquites.

C: ¿Y cómo obtuviste los datos para hacer el mapa de los esquites?

B: El mapa de los elotes y esquites es mi primer ejercicio de mapa colaborativo.

C: ¿Qué es un mapa colaborativo?

B: Lanzas una convocatoria a la gente en común y preguntas, en este caso, dónde están los esquites, porque es una comida muy local: conocemos los que están afuera de nuestra casa o de la oficina.

C: ¿Y la gente te mandaba ubicación solamente?

B: No, también reseñas, y de lugares que ellos conocían o que tienen fama.

C: ¿Hay algo que te haya sorprendido al hacer esta investigación?

B: Sí: no tenía idea de que había esquites con suadero o tuétano ni conocía los esquites de Xola, que mucha gente mencionó, y ya fui a probarlos.

C: ¿Hiciste algún tipo de verificación?

B: Eliminé los duplicados, porque ir a verificar todos era complicado. E​​ste tipo de ejercicio colaborativo se basa en confiar en el usuario, y para evitar errores se tiene que estar actualizando continuamente.

C: ¿Cada cuánto lo actualizas?

B: Como cada dos semanas: hay puestos que se mueven o desaparecen. A veces me mandan nueva información.

C: El estudio de tacos arrojó la conclusión de que todos los chilangos viven a menos de 400 metros de una taquería. ¿Tuviste resultados similares con los esquites?

B: Sí hay ciertos patrones: suelen estar a la salida de Oxxos o panaderías, en alguna plaza o templo, en lugares de paso.

C: ¿Cuántos esquites tienes localizados?

B: Voy en 340 y abarca toda la Ciudad de México y partes del Estado de México.

C: Estás haciendo una colaboración con Google. ¿De qué se trata?

B: Voy a mapear puestos itinerantes de barbacoa, quesadillas, tamales y chilaquiles, pero la pregunta está abierta y la gente puede recomendar cualquier comida callejera.

C: Además de estos proyectos, ¿cuál es tu trabajo cotidiano?

B: Tengo una consultoría de servicios geográficos y ahí hago proyectos distintos según el cliente. Lo que hago sobre comida es porque me gusta.

C: ¿Eres un tragón?

B: Sí, la verdad. Obviamente crecí comiendo todo esto, y como soy 100 por ciento chilango me encanta conocer otros barrios. Esto me apasiona, estoy muy interesado en promocionar los puestos de calle: muchas veces no tienen recursos para hacer anuncios o para que la gente los conozca en redes, y me encanta poder contribuir a través de estos mapas.

Este contenido es parte de “A MORDIDAS: comer a toda hora en la CDMX”, la edición de noviembre de Chilango. ¿Qué se te antoja? Te invitamos a buscar tu Chilango de noviembre en Starbucks, Sanborns, puestos de revistas y en el aeropuerto. O lee nuestros especiales online aquí.