Sarah Andersen lo proclama y cualquier millennial con dos dedos de frente, lo respalda: la adultez, esa cosa que alguna vez deseamos con todas nuestras fuerzas, es un mito. Y qué suerte que lo dijo, porque ya nos estábamos cansando de ir por esta vida sin manual, pretendiendo que entendemos de qué va y que no estamos confundidos 24/7.

Dibujante e ilustradora, Sarah Andersen es la tercera invitada a Internet Walls y creadora de Sarah’s Scribbles, un webcomic que inició en 2011 en Tumblr, en el cual retrata la murga que representa el llegar a la vida adulta.

Foto: Leo Pérez

Autora de dos libros (Adulthood is a myth y Herding cats) Sarah Andersen toma el reto de lidiar con la montaña rusa emocional que representa el ser un adulto novato y lo traduce en chistes, convirtiéndose así en una vocera involuntaria de su generación.

También lee: Los lomitos de Gemma Correll llegan a la CDMX

Para su labor, Andersen echa mano de un personaje femenino de cabellera despeinada y mirada a medio camino entre distraída y perpleja, quien expone los baches de la madurez para la generación milénica: la ansiedad social, la incapacidad para estar conformes con una decisión y la perpetua incomodidad de sentirse como un chamaco ante los retos del día a día. Esos escenarios en los que de repente caes en la cuenta de que el adulto responsable… eres tú (¡!).

Foto: Leo Pérez

Según la propia Sarah Andersen, técnicamente el personaje protagonista de sus viñetas es una proyección suya porque se inspira mayormente en sus propias experiencias; no obstante, aclara que prefiere no asignarle un nombre oficial, ya que el público inevitablemente se identifica con las situaciones que relata y le gusta que ellos hagan suyo su trabajo.

Y es que esa es la cosa: Sarah Andersen logra conectar y llegar a los pánicos y ansiedades de quienes la leen, abriéndose paso con dos poderosas herramientas: el humor y la simpleza. Y bueno, para la generación que orgullosamente legó los memes al mundo, esas son dos virtudes sumamente apreciadas.

Foto: Leo Pérez

El humor nervioso de Sarah es relevante para esta generación porque, dicho en pocas palabras, estamos cansados. Hemos escuchado hasta el hartazgo los juicios de generaciones anteriores (“ok, boomer”), instaladas en la comodidad de una pensión, una casa propia y seguros en su burbuja de ignorancia respecto a las comunidades cibernéticas. Ellos repiten y repiten: que si antes estaba peor, que si ahora la tenemos bien fácil, que si somos unos frágiles, que maduremos de una maldita vez; pero, justo por eso, el trabajo de Sarah Andersen importa. Porque no es tanto una contestación enojada hacia los que juzgan, sino un mensaje de alivio para quienes no podemos reflejarnos en esos adultos de otra época que, dicho sea de paso, no es ni mejor, ni peor, solo diferente.

También lee: Pictoline presenta a Alex Norris para Internet Walls

En las viñetas de Sarah Andersen hallamos una pequeña esperanza de saber que al menos no estamos solos y que los demás también lidian con cosas tan nimias como la ansiedad de ir a una fiesta. Para ellos (nosotros), la obra de Sarah funciona como un espaldarazo que nos dice “hey, o sea sí, todo está jodido, pero relax. Tu miedo es también el mío y ahí la llevamos”.

Foto: Leo Pérez

Si te interesa, puedes revisar el trabajo de Sarah Andersen en sus cuentas de Instagram y Facebook, o bien, ver el mural que realizó en la CDMX, ubicado en: Mérida99 esq. con Tabasco, Roma Norte, Ciudad de México.