Con 17 kilómetros de longitud, es uno de los recorridos escultóricos más largos del mundo, en el cual están distribuidas 22 piezas únicas, tanto en lo que se refiere a su estética, como conceptualmente. El proyecto fue concebido por Mathias Goeritz, quien, con apoyo de Pedro Ramírez Vázquez, logró reunir a artistas de diversas partes del mundo. Las obras monumentales se ubican sobre Periférico Sur y la Villa Olímpica, y simbolizan la paz mundial y en ellas, la arquitectura, la geometría y el colorido se conjugan con el arte.