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22 de abril 2020
Por: Fernando García Lazo

9 animes de los 90 que le dieron infancia a los millennials

Los animes de los 90 dieron inicio a uno de los nichos de la cultura pop mexicana más importantes y redituables de la actualidad

En la actualidad, cuando pensamos en anime, vienen a nuestramente un montón de cosas: cosplay, comida japonesa y hasta hordas de otakus en la frikiplaza. Se trata de uno de los principales nichos de la cultura popular mexicana actual y eso es irrefutable. Sin embargo, este panorama no siempre fue así y, como todo tiene un principio, vale hablar de cuando todo esto comenzó: con los animes de los 90.

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Pocas cosas se han rifado tal labor diplomática de la cultura japonesa como lo ha hecho la industria del anime (algo así como lo que los doramas han hecho por la coreana). Entre esas podemos mencionar las artes marciales o la gastronomía de Japón; no obstante, es seguro decir que fue gracias al anime donde el interés de los mexicanos creció por conocer más del archipiélago asiático. Y mucho de eso tiene que ver con los animes de los 90.

Un poquito de historia del anime

Entendiendo al anime como la producción de animación japonesa, sus indicios se pueden rastrear hasta el año de 1907, con la animación Katsudo Shashin. Tuvieron que pasar décadas para que esta industria se desarrollara y fue gracias al contexto de la Segunda Guerra Mundial, con un filme propagandístico sobre la Armada Imperial nipona, que el anime empezó a repercutir entre el público infantil de la mano del animador Mitsuyo Seo.

Tras este primer gran paso, la industria creció a paso acelerado (esa eficiencia japonesa) apoyada también por la industria editorial de los mangas (historietas japonesas), hasta que a principios de los 60 se comenzó a emitir el reconocido como primer anime de la historia: Astroboy, del entonces modesto estudio Toei Animation.

Y de ahí pa’l real: en las décadas siguientes las animaciones fueron exportadas hacia los Occidente con gran éxito. A México llegarían el propio Astroboy y también Meteoro, en los años 70; luego en 1986, llegaría el anime de mechas, Mazinger Z. Estas y otras pocas series animadas abrirían la puerta para que, a la década siguiente, México se inundara con los animes de los 90.

Los animes de los 90 en México

Ahora, si tenemos que hablar de un rey y reina del anime en México, el lugar corresponde indudablemente a Dragon Ball y Sailor Moon. Otros que les siguen muy de cerca son Los Caballeros del Zodiaco, Heidi, Remi, Sakura Card Captors, entre otros, los cuales todavía hasta la fecha siguen siendo referencia total en nuestra cultura pop nacional. De ellos se ha hablado (y seguirá hablando) durante mucho tiempo más, por lo que no nos atañen en este conteo.

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Asimismo, esta vez queremos poner el foco en esos otros animes de los 90 que, a pesar de no emitirse en horarios estelares, también mostrar lo diverso, divertido, interesante, lacrimógeno y hasta complejo que pueden ser estas historias.

De esta manera, acá va nuestro conteo:

Candy Candy

Una telenovelota en versión anime. Candy Candy se basó en el manga de Keiko Nagita y Yumiko Igarashi, que cuenta la historia de una chica huérfana, Candice White, sus alegrías, enamoramientos, decepciones e ires y venires en general, en la mejor de las tradiciones dramáticas.

Ranma ½

Levantó muchas cejas y fue motivo de muchas pláticas en casa. Este anime de los 90 de Rumiko Takahashi tenía por protagonista a Ranma Saotome, un chico de 16 años con la particularidad de convertirse en mujer al contacto con el agua fría debido a una maldición (otros de los personajes se volvían pandas, puercos, patos y gatos).

A eso, sumémosle que gracias a su padre era el prometido de un montón de chicas que continuamente peleaban por su amor, para dar dar por resultado un anime que era la definición de controversial.

Las aventuras de Fly

Este anime echaba mano de la tradición fantástica europea para contar una historia que bien podría habérsele ocurrido a Tolkien (ok,no, pero entienden la idea). Lo interesante era que se basó en el argumento del videojuego Dragon Quest, dando continuidad a la historia de Fly, un niño con un poder secreto escondido que debe enfrentarse a monstruos y hechiceros.

Slam Dunk

Este combinaba el anime con la fiebre mundial por el basquetbol para entregarnos uno de los animes de los 90 más hilarantes. La historia era la siguiente: un problemático estudiante de preparatoria de cabello rojo encendido (esa forma tan rara de destacar al protagonista) decide meterse al club de basket de su prepa para impresionar a una chica. Ahí, su tenacidad lo haría pasar de ser un inepto a gran competidor.

Este anime podía ser bastante violento a veces, pero también contaba con varias referencias a la cultura pop de entonces (hay un capítulo dedicado enteramente a la fiebre de los sneakers).

Inuyasha

También de Rumiko Takahashi, por lo que era muy similar – en estilo – a Ranma ½. Inuyasha contaba la historia de Inuyasha, una especie de semidemonio de la era feudal japonesa, quien debe recuperar los fragmentos de una perla mágica ayudado por una adolescente de la época actual (bueno, los 90).

A diferencia de su hermano mayor en el anime, Inuyasha era más oscuro y violento, por ello la creadora decidió justificarlo al trasladarlo a la era Sengoku, periodo guerra civil en Japón.

Mikami la Cazafantasmas

Este era de esos animes “subidos de tono” que se lograron colar hasta el horario infantil de la tele mexicana. Y es que no nos hagamos: hasta Dragon Ball con su pícaro Maestro Roshi tenía su carga sexual. La diferencia es que en el caso de Mikami, esto era más notorio (uno de los personajes se empoderaba a través de la perversión).

La historia era la de una chica que tenía su propia empresa caza fantasmas para, al lado de su subalterno pervertido y el espectro de una chica sacrificada, se enfrentaba a demonios y entes del otro mundo.

Doremon

Pionero del anime junto a Mazinger Z, Doremon llegó a México hasta mediados de los noventa. Bautizado como “el gato cósmico”, la historia de este anime relata que Doremon es un gato robot enviado desde el futuro por un hombre para ayudar a su tatarabuelo, Nobita Nobi, y que el futuro pinte mejor para su familia; el gato tiene ciertos poderes y capacidades que a menudo Nobita no sabe aprovechar y acaba metido en problemas.

De humor inocente (pese a lo que los memes quieran implicar), Doremon es hoy por hoy un ícono cultural tan importante en Japón, que se compararía lo que el Chavo del Ocho es para México. De ese tamaño.

Gatos Samurai

¿Qué pensarías de una historia donde animaloides con partes cibernéticas son los protagonistas? Suena muy futurista o de ciencia ficción, pero no lo era tanto: en este anime de los 90, los protagonistas eran muy parecidos al estilo chibi, administraban un restaurante y sus aventuras eran sobre todo humorísticas y basadas en el slapstick.

No obstante, esta misma sencillez y su mezcla con acción los hicieron ganarse de una buena base de fans en México. Estamos seguros que el pegajoso opening se te quedó grabado para siempre.

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