Ya pasó un año del 19S, pero las afectaciones que provocó el sismo en Xochimilco y Milpa Alta siguen presentes. Más de 1,400 viviendas tienen que ser reparadas, aún hay personas sin casa y varios negocios se han visto obligados a cerrar sus puertas.

Una de las principales razones de que las heridas del sismo en Xochimilco y Milpa Alta aún no cierren es que la carretera principal, la Xochimilco-Tulyehualco, permanece cerrada luego de haber sido atravesada por una grieta y un socavón.

De acuerdo con la Secretaría de Obras capitalina, es necesario reparar 350 metros de la carretera, obra para la cual se requiere una inversión de $250 millones, además de 1,300 inyecciones de bentonita y cemento para rellenar las grietas y el desplante de muros de contención.

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Actualmente una veintena de especialistas trabajan en la reparación desde julio pasado y se tiene previsto que la rehabilitación concluya este mismo año.

Así son las afectaciones a un año del sismo en Xochimilco y Milpa Alta

Tras el 19 de septiembre de 2017, las ferias del nopal, del mole y otros eventos turísticos, que es de lo que se sostienen los pueblos del sur de la CDMX, han reportado poca afluencia de visitantes, lo que se ha traducido en el cierre de pequeños negocios.

De acuerdo con cifras oficiales, el turismo en Xochimilco cayó 50%, mientras que las ganancias por las festividades de Milpa Alta se redujeron en 60% y aunque la cantidad de visitantes ha aumentado en los últimos meses, pobladores de estas zonas entrevistados por Chilango aseguran que siguen sin alcanzar las ventas que tenían antes del terremoto.

En mayo pasado, la Comisión para la Reconstrucción estimó que las pérdidas económicas tras el sismo en Xochimilco alcanzan los $723 millones, debido a que los daños se concentraron en infraestructura para agricultura, vías de comunicación, en la red de canales y sistemas hidroagrícolas, entre otros.

El terremoto también afectó la productividad de ambas demarcaciones, ya que ha disminuido la producción de plantas ornamentales (40.3%), amaranto (16.7%), hortalizas (12.7%) y nopal (12.6%), de acuerdo con un reporte de Excelsior.

A los daños en la producción hay que sumarle los problemas de movilidad: “Actualmente  circulamos en doble sentido por las calles de Xochimilco que son muy estrechas. Para entrar hay que pasar un tramo de dos o tres kilómetros que normalmente recorrías en cinco minutos y ahora haces hasta una hora y media o dos porque no puedes salir”, explica Jesús Herrera, vecino del pueblo de Nativitas.

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Para Mario Jiménez, líder vecinal de San Gregorio Atlapulco, otro problema ha sido la imagen pública de la delegación, pues los videos difundidos en redes sociales en los que se ve el movimiento de los canales durante el sismo en Xochimilco y las grietas que succionaron parte del agua han creado miedo en las personas.

“Ha sido difícil decirle a la gente que estamos en un lugar seguro y que necesitamos que vengan para que nos recuperemos. Aquí vivimos de la producción y del turismo, la gente le está echando ganas pero nos hace falta que quienes acostumbraban visitarnos, vuelvan”, dice.

“Al tener limitado el acceso a Milpa Alta se sufre una consecuencia económica y nuestros productores se ven obligados a gastar más recursos en el traslado de sus productos hacia el interior de la ciudad”, explica Marlon Cueto, vecino de San Pedro Actopan.

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En este contexto, del 6 al 28 de octubre próximos se realizará la Feria Nacional del Mole. Si quieres asistir, la vía más rápida para llegar es dirigirte al Deportivo Xochimilco y tomar la avenida principal hasta subir a Santa Cecilia Tepetlapa para después cruzar a San Bartolomé Xicomulco y así arribar a la segunda delegación más grande de la capital.