Problemas en los sistemas, falta de conexión e inexperiencia son las principales fallas en verificentros, de acuerdo con los dueños de verificentros que ya no tienen permiso para operar.

A dos semanas del reinicio de la verificación vehicular, en CDMX solo funcionan 46 de los 57 centros que debían comenzar a operar el 2 de julio y un grupo de dueños que perdió el registro ha documentado las principales fallas en verificentros.

Fallas con las citas, caídas y bloqueo del sistema, retrasos de hasta dos horas para realizar el trámite, rechazos por el estado de las llantas, líneas fuera de servicio y mediciones erróneas son algunos de los casos recopilados por la Asociación Ecológica de Verificación, que agrupa a 18 de los 50 verificentros a los que no se les renovó la concesión.

«De los 57 verificentros autorizados solo operan 46. Tres fueron clausurados por la Secretaría de Medio Ambiente y 11 se encuentran en obras. Recordemos que el 12 de mayo de 2017 se publicó la lista de nuevos verificentros, así que tuvieron más de un año para instalar y empezar a operar, pero el inicio ha estado lleno de irregularidades debido a la inexperiencia», dijo Gustavo Torres, presidente de la Asociación.

fallas en verificentros

Los neumáticos sí están siendo motivo de rechazo.

En conferencia de prensa, señaló que las empresas a las que se les otorgaron las nuevas concesiones carecen de experiencia y eso se ha reflejado en las fallas en verificentros. Según el empresario, quienes obtuvieron los permisos eran personas físicas o morales que operaban pensiones para automóviles o vendían maquinaria y, aunque ya están trabajando, muchos de ellos no están certificados.

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Gustavo Torres aseguró que en 2012 los 74 verificentros que funcionaban en CDMX actualizaron sus sistemas sin necesidad de suspender las operaciones «y es una mentira que en esta ocasión haya nuevas tecnologías. Se trata de los mismos aparatos, la supuesta actualización solo fue un gancho para que la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) beneficiara a otras personas».

La cancelación de los permisos ha traído pérdidas económicas a los dueños de verificentros equivalentes a 20 millones de pesos por cada centro, estima.

Del total, alrededor de 12 millones de pesos equivalen a tener parados los equipos de medición y el resto, a los autos que no están verificando y de los cuales —explica— se obtenía el recurso para el pago de salarios, renta del inmueble, mantenimiento de equipos e impuestos.

«Esto sin contar que en lo que va de la administración más de 2 millones de autos de CDMX se han reemplacado en otras entidades para evitar los requisitos que impone la Sedema. El dinero que ha dejado de entrar a la Secretaría de Finanzas por esos autos equivale a mil millones de pesos al semestre (multiplicando el costo de la verificación por el número de autos)», dijo.

El presidente de la asociación de verificentros aseguró que ya se acercó a la jefa de Gobierno electa, Claudia Sheinbaum, para pedir que se revisen las concesiones, además de que están listos para empezar a operar sin fallas en verificentros y evitar la alta saturación a finales de cada mes.

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Además de fallas en verificentros, talleres también registran pérdidas

El presidente de la Asociación Megalopolitana Automotriz contra el Cambio Climático, Miguel Ángel Sánchez, que agrupa los 134 talleres Pirec —encargados de reparar los vehículos rechazados en la verificación— mencionó que, a causa de la suspensión del trámite en el primer semestre del año, cada taller registró pérdidas de hasta 30 mil pesos mensuales.

«En un semestre con verificación nos llegaban hasta 100 afinaciones al mes, en esta ocasión tuvimos uno o dos servicios porque las personas se olvidan de mantener su auto en buenas condiciones cuando no hay un proceso que los obligue», acusó.

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Tan solo en el primer semestre del año, los 134 talleres registraron una pérdida total aproximada de 24.1 millones de pesos.

Miguel Ángel Sánchez señaló también que la Secretaría de Medio Ambiente ha retrasado la entrega de concesiones que renuevan cada año, por lo que temen que les ocurra lo mismo que a los verificentros y se queden sin permisos para operar.