Ya hablamos del pomping pomping, pero faltan varias aportaciones de Maná a la lengua de Cervantes. Onomatopeyas, metáforas, aliteraciones, epítetos… de todo hay en la poesía de esta banda.

En “Déjame entrar”

Deja clavarme ya
En la alberca de tus ojos
Deja claverme ya
En la alberca de tu ombligo
Deja clavarme ya
En la alberca de tu oido
Deja clavarme ya
Y dejame entrar

¿Cómo? ¿Alberca? ¿Oído? Francamente no entendemos.

En “Mariposa traicionera”

Eres como una mariposa
vuelas y te posas vas de boca en boca
facil y ligera de quien te provoca

No sabíamos que las mariposas se posaban en las bocas de las personas. Probablemente esta inspiró la de “La planta” (Sí, la de la ramera)

En “No ha parado de llover”

Desde que te perdí
La luz se ha puesto muy mojada
(…)
Sigue lloviendo, le sigue lloviendo al corazón
Y en mis ojos no ha parado de llover

Alguien avísele al Servicio Meteorológico Nacional, ahora la luz se moja, y al corazón le llueve.

En “Labios compartidos”

Amor mío, si estoy debajo del vaivén de tus piernas,
Si estoy hundido en un vaivén de caderas
Esto es el cielo, mi cielo

Vaivén, vaivén, cielo, cielo, Polo, Polo, José, José…