Gigantes como ellos hay pocos. Una banda mexicana en toda la extensión de la palabra, que conforme más pasa el tiempo más conservan su estatus de leyenda. Hoy, con motivo de su próxima presentación en el Auditorio Nacional, te presentamos nuestra entrevista con Bronco.

Su camino inició en su natal Monterrey, Nuevo León, pero poco tardaron en extender su popularidad hacia todo el país. Dotados de un carisma especial, con letras entretenidas que lo mismo hablaban de amores de juventud, que de desoladoras traiciones al corazón y travesuras de la infancia, rápidamente Bronco (José Luis “Choche” Villarreal, Ramiro Delgado, Javier Villarreal y José Guadalupe “Lupe” Esparza) trazó su camino hacia el estrellato.

Desde siempre, Bronco fue un fenómeno: cientos de miles los arropaban a donde sea que iban, fuera en México, Estados Unidos o América Latina. Hicieron películas, salieron en telenovelas, casi crearon su propio género (una mezcla del norteño, la cumbia y la balada romántica) y marcaron escuela en la música mexicana, legado que perdura hasta la fecha con canciones como “Nunca voy a olvidarte”, “Oro”, “Libros tontos” y “Los castigados”.

Sin embargo, pese a que hoy son una banda absolutamente consagrada desde cualquier punto de vista, Bronco está lejos de retirarse y, con la renovación como consigna, buscan mantenerse vigentes haciendo lo que bien saben: música para el público masivo.

Al respecto de la historia del “gigante de América” y lo que le depara en el futuro, sostuvimos una charla con Lupe Esparza, quien hoy comanda una nueva generación del grupo:

Chilango: Bronco es una banda enorme, que lleva ya varias décadas de éxito manteniéndose en el gusto de la gente, ¿Cómo le hacen y cuál es la importancia de renovarse?

Lupe Esparza: Creo que todo ha sido a base de mucho trabajo. A pesar de tener más de 35 años de andar en este camino, tenemos la obligación moral de reinventarnos y estar a tono con la época.

En estos tiempos las cosas son más complicadas: todo es cibernética, ya todo se reduce al internet y por eso es importante renovarnos. Por eso, con el disco que tenemos a punto de salir de salir al mercado (Bronco por más) buscamos renovar nuestra música. Queremos que el disco suene actual, que se escuche moderno y no como el Bronco de hace 20 años.

CH: Para llevar tanto tiempo en esto, Bronco debe de tener algo que otras bandas no, ¿cuál creen ustedes que es el sello característico de la banda, eso que tienen que nadie más?

LE: Creo que en el caso de Bronco, lo que más importa es que somos polifacéticos. Hemos andado por varios caminos con tenido éxito: la música romántica, la norteña, la cumbia para bailar y hasta de la música para niños.

Si hablamos de música regional, hablamos de alguien como Ramón Ayala que es puro norteño todo el tiempo; si se trata de románticos, hablamos de Los Bukis o Los Temerarios. Pero en nuestro caso, nosotros tenemos la facilidad de galopar por esos mismos cuatro caminos y lo hacemos con éxito, porque la gente nos ha hecho ese favor.

CH: De entre todas esas vertientes que tiene Bronco, llama particularmente la atención que decidieran cantar música para niños. Y en eso, también son pioneros, ¿de dónde vino esta idea?

LE: Nos dimos cuenta que los niños, esa parte del público, no se tomaba mucho en cuenta y creímos que era necesario hacerlo y darle esa importancia que tienen.

En aquellos años fue relativamente fácil para Bronco incursionar en el público infantil. Rápidamente las escuelas empezaron a usar nuestras canciones para poner las coreografías de sus bailable. Luego, con toda la intención de seguir generando contenido para ellos, hicimos videos con caricaturas.

Actualmente creo que seguiremos sin quitar el dedo del renglón. Continuaremos intentando (conectar con los niños), aunque en estos tiempos la cibernética nos ha atrapado a nuestros niños. Creo que la música ya ha perdido importancia frente al iPad, los juegos y lo digital; pero precisamente por eso hay que seguir insistiendo crear para ese público.

CH: Justamente en este momento ya se puede hablar de una nueva generación de Bronco. Ahora son sus hijos los que se suben al escenario a tocar. Para ellos, ¿cómo fue tener a un papá que fuera músico y justo así de famoso?

René Esparza (hijo de Lupe e integrante de Bronco): Para nosotros fue algo muy normal. Obviamente crecimos así, con la carrera de mi papá, la música y la vida de un artista, y por ello siempre lo vimos como algo bien normal. No conocimos otra cosa. Nuestras vacaciones era salirnos de gira con él y nunca sentimos un cambio demasiado drástico en comparación los niños que sus papás eran doctores o maestros.

Fue hasta que pasamos de niños a adolescentes que nos dimos cuenta de que eran diferente. Ahí nos cayó el veinte. Ahora mis hijos me preguntan por qué todos quieren tomarse fotos con su abuelito. Son cosas que no entiendes de chico porque, como tú lo ves diario, no comprendes la magnitud del cariño que los demás le tienen.

Ahora, en cuanto a la música, como ellos fueron pioneros en varias cosas, eso nos fue jalando a nosotros para tener ese cariño y nos sembró el anhelo de formar parte de eso; nunca creímos que lo íbamos a poder compartir con mi papá y por eso ahorita es una etapa muy bonita.

Justo ahora recae en nosotros ese compromiso de que la historia de Bronco no pare aquí y siga por más tiempo.

CH: Existe el concepto de las “banda de estadio” que se aplica, por lo general, a las bandas de rock masivas; pero ustedes incluso fueron pioneros hasta en eso, en llenar conciertos multitudinarios ante cientos de miles, por ejemplo, en el Estadio Azteca… y un evento así, hoy no lo llena cualquiera…

Lupe Esparza: Sin lugar a duda el haber llenado estadios puede ser una cuestión muy presumible –sin que esto se entienda como ser arrogante. Para nosotros fue una bendición de Dios poder llenar un lugar así nosotros solitos y en su momento se sintió increíble.

Hoy estamos en otros tiempos y espero que nuevamente tengamos la oportunidad de seguir creciendo como músicos, pero haciendo cosas nuevas. La historia Bronco está ahí y puede ser fantástica, pero no deja de ser historia, el pasado. Hoy es otro tiempo. Aquí y ahora es lo que cuenta para nosotros, por eso aquí tenemos el trabajo de hacer un disco nuevo.

Obviamente esa historia hoy nos arropa y nos ilumina el camino a seguir, pero es necesario que hagamos cosas nuevas. Y ojalá con eso, en un futuro, podamos volver a llenar un Estadio Azteca.

CH: Bronco nació en un tiempo donde –incluso más fuerte que ahora– predominaba la imagen (los niños bonitos para tal o cual género). Pero ustedes no intentaban llenar ese parámetro, ustedes eran un grupo de la gente para la gente…

La diferencia fue que con Bronco nunca se hizo no se hizo un casting para formarnos, no se buscaban los niños bonitos como tú dices, ni con cuerpos perfectos.

Creo que somos un grupo que nació de manera natural. Desde niños que íbamos a la escuela nos hicimos amigos y empezamos a incursionar en la música. Ahí fue cuando comenzamos a soñar con ser una banda llamada Bronco y eso es lo que la gente hoy conoce.

Además de su música, Bronco ha tenido comic, ha hecho películas, ha participado en telenovelas; ahorita están sacando una loción y pronto viene una bioserie. Curiosamente, el disco nuevo se llama Bronco por más, ¿a qué se refieren ese “por más”?, ¿qué creen que les falta por hacer?

LE: Seguir luchando a brazo partido para llevar a Bronco a un nuevo estatus, algo más importante, más interesante. La labor principal es que Bronco siga vigente y que las nuevas generaciones se entusiasmen con nosotros. Hoy vemos gente muy joven que nos conoce y que voltean a vernos y eso nos da mucho gusto.  A pesar de estas más de tres décadas como Bronco, que nos conozcan y sepan quienes somos, sigue siendo muy importante.

CH: Ya se retiraron una vez en 1997 y luego de seis años regresaron. En este momento, ¿contemplan tomar alguna pausa en el futuro?

LE: No queremos que Bronco tenga fecha de caducidad. Esa tal vez la puedo tener yo, Lupe. Es un sueño muy ambicioso que Dios me de fortaleza y salud para seguir con los muchachos, pero es obvio que llegará el momento en que por mi salud o por mi edad yo ya no pueda seguir.

Por eso mi anhelo es que Bronco siga, que sean puros jóvenes pero que estén arraigados, que tengan argumentos para seguir contando historias. Ese es el plan para la banda.