Porter en el Festival Marvin fue una de las últimas novedades que se dieron a conocer del evento y con el cual se terminó de cocer el arroz musical que devoraremos ávidamente el próximo sábado 18 de mayo.

Abanderados indiscutibles del indie rock mexicano durante su época de surgimiento, los jaliscienses son uno de los combos más enigmáticos y trascendentes que nos dejó aquella primera generación; su paso por la música, no obstante, ha sido un tanto intermitente.

Han atravesado por tantos cambios que la reinvención siempre ha sido una de sus habilidades y para comprobarlo, basta con darle una oída a su nuevo material, el EP Las batallas del tiempo, donde muestran su faceta más experimental hasta la fecha.

Y esto no es que lo digamos nosotros, sino que nos lo confío el propio guitarrista y tecladista de la banda, Victor Valverde “Villor”, con quien tuvimos oportunidad de platicar un poco días antes de su concierto en el Festival Marvin:

¿Cómo percibes que ha cambiado el panorama musical en México durante estos casi primeros veinte años del siglo?, ¿qué dice de la situación actual, la música que se está haciendo?

Siento que la tecnología ha condicionado un montón estas décadas. La música se hace de formas diferentes y con estrategias distintas, aunque al final sigue siendo eso, música, y lo importante es el mensaje que se quiere transmitir.

Algo que sí ha cambiado es que las bandas hoy cuentan con más opciones para compartir su música y su arte, por lo que las posibilidades de llegar a más gente y que te conozcan, son mayores.

Es muy curioso porque hace años el tener o no éxito dependía de otras cosas. Creo que había que formar parte de una escena o un movimiento y de algo que estuviera en desarrollo. Ahora me parece que se trata más de una happening, de un suceso y eso ha sido un cambio primordial.

Ahora la oferta es mucho más amplia. Hay bandas de muchos más géneros y con propuesta de mejor calidad sonora

Esa es otra: que la tecnología nos ha ayudado a sonar mejor y también a conectar con más productores alrededor del mundo, elevando así la calidad de las propuestas; pero, al mismo tiempo, también plantea un reto, porque ya estás compitiendo con todo el mundo.

Es muy interesante, es un momento de tal auge musical que se ha vuelto más complejo el destacar en este campo.

Hablando de la tecnología y sus posibilidades, ¿cómo crees que esto ha afectado la exploración de lo mexicano? Ya que la mexicanidad es algo que ha estado muy presente en Porter…

Creo que todo es cíclico. Todo va y vuelve: a veces te lanzas hacia el futuro y a veces al pasado en busca de cosa que te inspiren. En nuestro caso tratamos de nunca ir con la corriente; no seguimos géneros ni prestamos tanta atención a lo que musicalmente esté sucediendo en nuestro país.

Lo nosotros hacemos es un ejercicio introspectivo en el cual pensamos qué nos gustaría decir, qué nos está moviendo, qué nos llama la atención. Para esto empezamos a mezclar nuestras propias personalidades y lo diferentes que somos, de manera que al final descubrimos lo que nos mueve.

Está padre porque así nuestro trabajo no surge de una tendencia o de querer sonar a algo que esté de moda, sino que inventamos nuestros propios sonidos y nuestros propios mundos. Hablamos de algo de lo que nadie está hablando porque no seguimos ninguna regla.

¿En qué momento se encuentra ahorita Porter, una banda que ha sido un tanto intermitente, previo a su primer Festival Marvin?

Creo que es Porter más experimental que nunca. Este disco, Las batallas del tiempo, es el más experimental de nuestra carrera. Desde todo: no fuimos a un estudio de grabación, sino que nos lanzamos a hacerlo en una casa y los arreglos que hicimos fueron mucho más trabajados. Nos salimos de nuestras figuras habituales y hasta empezamos a experimentar con otros instrumentos.

También experimentamos con la concepción de las canciones. En este disco, particularmente, ningún tema tiene que ver uno con otro, todos van en direcciones distintas.

Pienso que eso define en gran parte lo que son Las batallas del tiempo, que nos atrevimos a experimentar más; trabajamos nuevos sonidos, nuevas texturas, las voces tiene tesituras bien diferentes. Creo que al final eso es lo que, al final, aporta esta obra.

Dónde: Escenario Monkey Week Caradura (Nuevo León 72, Condesa)

Cuándo: 18 de mayo (19:25 horas)

Cuánto: $700