Silverio
A pesar de que el gran Charlie Monttana lo acompañó en una rola, ahora sí se le pasaron los insultos a este personajazo. Metiéndose con las madres de los asistentes, gritándoles porquerías e incitándolos al desorden, hasta un muletazo le tocó. Está divertido un ratito, pero en el afán de dar la nota, Silverio pasó del "cagado" al "cagante" en tres nanosegundos.


Las "regaderas"

El calor estaba de rancho, a más de 30 grados, a los organizadores se les hizo buena idea poner aspersores (que más bien parecían regaderas de incendio) en un área del festival. El resultado: agua desperdiciada y caldo de latino. Si le hubieran bajado un poco la intensidad, y en lugar de baño hubiera habido brisita, otro gallo nos hubiera cantado. Buena idea, mal ejectuada. Chale.


El escándalo de los patrocinadores

Que alguien le explique al psique del vendedor que la música alta sólo aturde en las tiendas. Más si estás en un foro en donde lo único que se escucha es la música. Tanto en los stands de patrocinadores, como la zona del Chopo, el Foro Sol era un escándalo inescuchable. Más volumen no significa ser más vistoso, sino más molesto.


Astro en el escenario azul

Esta banda lo hace bien. Tiene una propuesta distinta a la de la mayor parte de las bandas que estuvieron en el cartel. Sin embargo, la gente prefirió ver a Julieta Venegas que a ellos. Con muy poca gente y mucho polvo soplando directito al escenario. Les quedó grande el Vive.


Empire of the Sun

¿Neta para cerrar el festival? Ni latinos, ni tan grandes, los australianos hicieron un show a la Cher en donde salieron penachos y luces multicolores. Los fans, por supuesto, estaban felices, pero los que ni los conocían, mejor se los ahorraron.


Ely Guerra

Esta chica es talentosa, pero el escenario grande le quedó muy grande. A lo lejos, sólo se escuchaban alaridos, mal sonorizados. Mejor la vemos en el Vicio o en el Metropólitan y todo bien. Acá, apestó.