Oye, Grinch, ¿qué tipo de aguafiestas de la Navidad eres?

Quizá, alguna vez en tu vida, has sido el típico aguafiestas de la Navidad

Los aguafiestas de la Navidad sobran; eso sí, cada quien tiene su estilo para arruinar las fiestas decembrinas. Te presentamos los ocho tipos clááásicos de amargaditos que salen de sus cuevas cada Navidad. Seguro te vas a encontrar con alguno en estas fiestas (o tú eres uno).

El tiquismiquis

La persona obsesiva que cuida lo que come hasta en Navidad. Sólo se sirve tantita carne magra de pavo y le recuerda a los demás que los azúcares refinados son el asesino silencioso que se esconde hasta en el relleno.

El de finanzas

Nos referimos, por supuesto, a esa persona extremadamente coda que, en nombre del cuidado de sus finanzas personales, da roperazo, lleva papitas marca libre a la cena formal y tiene preparados sus tópers para comer en la semana.

El melómano

No soporta la selección musical de la fiesta y quiere imponer el género de su predilección. Invariablemente regala discos para “educar” a sus familiares incultos. Sobra decir que nunca nadie jamás los ha abierto siquiera.

El sibarita

Acostumbrado a los más finos restaurantes y a los más selectos taquitos de suadero, esta persona le hace el fuchi al pavo reseco, se niega a probar los romeritos porque el mole no es artesanal y lleva su propio vino boutique pero no le da a nadie.

El sociólogo

El clásico que se intoxicó con un libro de introducción a las Ciencias Sociales y descubrió el hilo negro del sistema. ¿Que la Navidad es un malvado invento del capitalismo para perpetuar la opresión de la clase obrera? «No me digas, cuéntanos más».

El malacopa

¡El que arruina todas las celebraciones porque le gusta la copita, ahora en su versión especial navideña! No le pueden dar ni un sorbo de sidra Santoclós porque se sigue con el agua de colonia que le regalaron en el intercambio.

El impertinente

Esta persona se aferra a contar los osos ajenos de ediciones pasadas, no sólo de la Navidad, sino de otros eventos familiares. Es como una grabación incómoda que ya no da risa, pero nadie sabe cómo quitar.

El Grinch estándar

Este amarguetas ni siquiera le echa ganas y odia la Navidad nomás por llevarle la contra al universo. Va de mala gana y, aunque la fiesta esté chida, la comida riquísima y los regalos de primera, no quita su jeta por nadaaa.

También te puede interesar: Aplaca el munchies nocturno en estos tianguis navideños