¿Por qué ahí?

Porque, o sea, weeee, las trajineras, weeeee. Porque te subes en unas embarcaciones jocosas, adornadas con flores, de nombres estilo “Xóchitl” y “María bonita” y básicamente te empedas mientras un señor te da vueltas sobre un largo verdoso y de consistencia desagradable.

¿Y de veras les gusta?

Digamos, a secas, que lo encuentran exótico.

¿Podemos esforzarnos un poquito más?

Pues mira: sí y no. Una, la verdad es que sí lo tienes que llevar a Xochimilco, porque ps es Xochimilco, weee. Reminiscencias de nuestro pasado mexica. Segundo, pues no. Agua sucia, peligro de caerse y morir ahogado, malos olores. ¿En serio quieres mostrar eso?