¿Qué se pierden?

La reglamentaria salida de fin de semana a Reino Aventura. Era el primer parque de diversiones con atracciones que nos quitaban el aliento, y era un must para la muchachada capitalina.

¿Por qué era bonito?

Porque nos impresionábamos fácil. Se nos hacía de lo más cool un parque con reinos y juegos acordes a cada uno. Además, desde entonces operaba el coche sardina y demás linduras que nos facilitaban la entrada al parque.

¿Qué tendrán en lugar de eso?

Six Flags. Las franquicias funcionan más, dicen.