Ya les hemos hablado de los Enigma Rooms, esas peculiares habitaciones en las que, mediante una serie de pistas y acertijos, un grupo de personas deben escapar sin más herramientas que su inteligencia, su astucia y el trabajo en equipo.
Al concepto le fue tan bien con sus primeras tres habitaciones (Sherlock Holmes, Guerra Fría y Jigsaw) que hicieron una segunda sucursal para los amantes de las experiencias extremas.

Eso sí, llegar a esta segunda sucursal ubicada en la colonia Lomas del Chamizal (Cuajimalpa), por Santa Fe, parece parte de la misión —al menos para los que no ubicamos bien la zona—, pero nada que Waze o Uber no puedan ayudarte a resolver.
Cuando llegas, la neta, sí sientes nervios. A pesar de que no es una actividad peligrosa, el estar encerrado en un cuarto por espacio de una hora, sin poder usar comunicarse y con la sensación de sentirte secuestrado por voluntad propia, no es algo que uno haga todos los días.
En el vestíbulo, los chicos muy amables, nos tenían reservada la habitación “Magic”. Las reglas son muy claras: no puedes usar el celular, no puedes usar la fuerza (todo se mueve o abre fácilmente) y tampoco es necesario que te claves en lugares o pistas que no llevan a nada.
Incluso parte de la utilería tiene el símbolo de una manita tachada, para que sepas que por ahí no va la cosa y no te obsesiones con algo que no va ayudarte.
Ya en el interior de la habitación, Víctor Suárez, el encargado nos dijo: “Has sido aceptado como alumno en el colegio más prestigioso de magia. Después de haber hecho un par de travesuras, tu profesor de pociones al que no le caes muy bien decide encerrarte en este calabozo. Tienes una hora para escapar, porque en ese tiempo estará de regreso”.
Hay buenas noticias: si de repente se te complica demasiado la habitación, hay un botón que puedes presionar para pedir pistas, no estás abandonado a tu suerte. Además, si te agarra duro la paranoia y la claustrofobia, hay otro botón para escape de emergencia.
Aunque es claro que ellos no lo pueden decir por cuestión de derechos, nosotros sí: la habitación está inspirada en Harry Potter y es una fregonería para los fans. Hay escobas en los muros, símbolos mágicos, trajes de juego de quidditch, libros de pociones y toda clase de sustancias que te hacen sentir como si fueras Harry, Ron o Hermione.
Al estar en una habitación a media luz no sólo dificulta que descifrar las pistas sea más difícil, sino que también le da un aire sombrío como el de un verdadero calabozo. Puedes ir con un solo acompañante, pero si vas con más gente es más sencillo que descubvran las pistas.
Después de un rato de quemarnos los sesos y ver cómo se consumía nuestro tiempo —hay un reloj en la pared que te indica cuánto tiempo falta para que termine el reto—, al fin logramos reunir las pistas para encontrar la llave que nos dio la salida de la oscura catacumba.
Como ya nos sentíamos todos unos masters y ya estábamos encarrerados, decidimos probar otro de los cuartos que estaba disponible: “Narcos”. Esta habitación está inspirada en Breaking Bad y la neta es que si eres fan de la serie, te sentirás como si estuvieras lavando dinero y fabricando meta azul para luego volverte todo un capo gringo.
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Creímos que con haber visto la serie sería pan comido.Pero no lo fue. A diferencia de la primera habitación, ésta está muy bien iluminada y hasta música ambiental de narcocorridos.
A pesar de que las pistas son más claras, hay mayor número de retos y nos sentíamos muy fregones, la neta en esta ocasión sí fracasamos y se nos acabó el tiempo. Si no lo logras no pasa nada: no te quedas secuestrado para siempre, simplemente entran con un cartelito de “casi lo logras” y te sacan, mostrándote lo que te faltó por conseguir para escapar.
Con sentimiento de frustración por sentirnos unos malos fans de Breaking Bad, salimos de la habitación. Y es que —¡SPOILER!— el haber seguido la serie no ayuda mucho, en realidad los retos son independientes de la trama.
Sin embargo, Víctor nos devolvió un poco la autoestima perdida al confesarnos que “Magic”, el cuarto del que sí logramos escapar, estadísticamente es el más difícil de todos y del que menos personas salen.
Con un muy buen sabor de boca, nos quedaron muchas ganas de volver al único cuarto que nos faltó: Templo de la Reliquia dorada. Pero seguro regresaremos, porque una vez que pruebas los Enigma Rooms, simplemente ya no puedes parar. Es una experiencia adictiva para los que les gusta poner a prueba su inteligencia.
Avenida Stim 1358, Lomas del Chamizal, CP 05129
Teléfono: (55) 2224 1632