Si después de todos los bonitos spots de radio y televisión aún desconoces por qué y para qué votaremos el próximo domingo, aquí te dejamos los datos principales que debes saber.

1. ¿Por qué hay elecciones si apenas el año pasado hubo?

Sí, tienes razón. Son cada tres años, pero estas son extraordinarias, porque no tienen que ver con la elección presidente, jefe de Gobierno o diputados y senadores. Esos que elegimos siguen y seguirán en sus cargos —¿afortunadamente?—. Ahora vamos a elegir a quienes formen parte de la Asamblea Constituyente.

2. ¿Qué es la Asamblea Constituyente?

¿Recuerdas que ahora se llama Ciudad de México y no Distrito Federal? Todo parte de ahí. No sólo fue cambio de nombre. Ahora como estado 32 necesitamos tener nuestra propia constitución, como la federal, pero con cosas chilangas. Así que 100 ciudadanos se dedicaran por cuatro meses a crearla. Eso será la Asamblea Constituyente.

3. ¿Vamos a elegir a 100?

No. Los chilangos sólo vamos a elegir a 60, los otros 40 los elegirán —al puro dedazo— el presidente (6), el jefe de Gobierno (6), los diputados federales (14) y los senadores (14).

4. ¿Tengo que votar por 60?

No, no. Tardaríamos años en la casilla. En realidad es más fácil de lo que suena. Cada chilango elector sólo tiene que elegir a un partido o un candidato independiente. Ya después, con todos los votos, se hará la designación por representación proporcional.

5. ¿Cómo funciona eso de la representación proporcional?

Desde el principio: cada partido presentó su lista con 60 candidatos. Entonces, una vez que se tienen todos los votos de cada partido, se saca la proporción que representan y se traslada al número de escaños de la Asamblea. Supongamos que un partido ganó el 50% de los votos, habría ganado 30 de los 60 escaños por los que se competía. De ahí, se toma la lista de ese partido y los 30 primeros lugares del listado son los que ocupan esos lugares.

NOTA: Este fue un ejemplo burdo para entender la representación proporcional, en realidad el INE tiene algoritmos un poco más avanzados, sobre todo porque está el asunto de los candidatos independientes. Si seguimos explicándoselos, más de uno dejaría de leer, por lo aburrido.