Dice la leyenda que allá por 1981, una nueva “maquinita” apareció en la ciudad de Portland, Oregon, Estados Unidos durante algunos días. El juego se llamaba Polybius y su gabinete era completamente negro, a excepción del título que aparecía en la parte superior de la máquina.

Se dice que los niños que jugaron esto experimentaron unos síntomas rarísimos como nauseas, insomnio, pesadillas, aversión a los videojuegos (¡éste es el peor!) y hasta amnesia selectiva, tendencias suicidas y “la inhabilidad de ponerse triste”…

¿Quién habrá desarrollado este juego? El mito dice que días después de que se activó, se podía ver a hombres de negro en los locales de maquinitas recopilando cierta información almacenada en la pantalla de Polybius. Se dice que la CIA estaba detrás de ello y que todo era parte de un experimento conductual.

¿Qué hay de cierto en todo esto? Bueno, sí existió un prototipo de un juego llamado Tempest que causaba nauseas a quien lo jugaba. Y también, el gobierno de EUA se acercó en algún momento a Atari para desarrollar en conjunto versiones especiales de ciertos juegos. Hay un rumor que dice que el gobierno de EUA sí estuvo investigando qué efecto podían tener los videojuegos en los jóvenes ochenteros. ¿Verdad o mito?

Terminamos este recuento con el fondanero italiano, de nuevo. Dale “siguiente”.