¿Qué?

En Paseo de la Reforma hay 77 estatuas, de todos los héroes patrios que te puedas imaginar. Primero se tenía pensado poner figuras de la mitología griega, pero alguien dijo: hey, ¿por qué no rendirles tributo a nuestros héroes? Y así se hizo.

¿Cómo?

Las más importantes glorietas son las de la Diana Cazadora, que en realidad no representa a ningún héroe; la del Ángel, donde están Morelos, Francisco Javier Mina, Nicolás Bravo, Guerrero e Hidalgo (tanto representados en estatua como sepultados en el mausoleo); la de Cristóbal Colón y la de Cuauhtémoc, el último tlatoani azteca. Al final del trazado principal estaba la antigua glorieta del caballito, que fue removida. En la esquina ahora está el “caballote”, del escultor Sebastián (pero, en serio, ¿quién le ve más forma de caballo que de símbolo de estación del metro?)

¿Y esto qué tiene de especial?

Lo más especial es que la única glorieta que Luis Bolland trazó, a mitad de la década de 1860, fue la que hoy ocupa la añejísima palmerota, conocida como la Palma. Ajá, la más importante ¿y qué tiene? Un arbolote.