Ni modo, ¿quéaprecias más? ¿Tu coche o el fucho? El día del partido tendrás que levantarte muy temprano, ponerte guapo, salir a manejar al inclemente tráfico del DF, y estamparte contra un árbol. Procura que sea un golpe leve y que no involucre a otro automovilista para que no te la haga de jamón. En lo que llega la aseguradora llama a tu jefe y así no sólo tendrás coartada sino una razón perfectamente válida para faltar.

Si te parece exagerado, hazte esta pregunta: ¿quévale más? ¿El dinero que puedas perder en arreglarle un besito a la carrocería o la gloria de, err, nuestra selección?