¿De qué se trata?
Acabas de levantarte, y como el reflejo de los animalitos cuando sale el sol, estiras tus extremidades, una que otra vértebra truena y estás listo para un pesado día de trabajo. Viene, por supuesto, de la mano con un gran bostezo.

Contras
Se te hace costumbre, y luego estás a la mitad de una junta, o en clase con la maestra perra y se te ocurre bostezar mientras estiras toda tu humanidad en público. No, no se ve bien.

¿Cómo podría ser mejor?
Que cada vez que te estiraras fuera como la primera del día. De hecho, es un gran pretexto para levantarse.