¿Cuál es?

El que le pides al tipo tatuado que atiende la tienda de la esquina, que sabes que ese Mustang tocado que está afuera no lo compró con lo que sale de vender papitas. Los usureros y prestamistas, pues.

¿Cuándo sí y cuándo no?

A menos de que estés en verdadera necesidad (repetimos, verdadera) no lo hagas.

¿Cuáles son las reglas?

Paga en cuanto tengas lo que sea, si quieres volver a ver tus piernas de nuevo. Con los usureros no se juega.