¿Qué tiene de especial?
Si lo tuyo es el sur y no quieres ir a exponerte a los hippies comeflores de Coyoacán, lánzate al parque nacional del Desierto de los Leones. No sólo estás en el bosque: te fundes en él. Tampoco te engañes: le llaman desierto y dicen que hay leones, pero ni lo uno ni lo otro. Más bien te encontrarás una zona boscosa donde lo más seguro es que te cague una paloma a que te coma un león… o cualquier otro felino de ese tamaño.

¿Por dónde me voy?
En el Desierto de los Leones hay muchas rutas interesantes, pero la más atractiva va como sigue (pon atención y consigue un mapa): subes por la Estación Pantanos, llegas al Mirador y bajas por la ruta llamada Venados. La vista es impresionante y la velocidad alcanzada te dejará sin aliento –claro, si puedes con el paquete.

¿Hay algún detalle extra?
Sí, uno solo y es muy pequeño: es un paseo demasiado pro si la bici te da algo de miedito y la última vez que la agarraste fue para cumplir un mandado de tu mamá hace 13 años. ¡Acuérdate de que es exclusivamente para bici de montaña!