No es que no haya imaginación, es que nos da flojera usarla. Lo de hoy es hacer refritos de todo, pero el campo donde más se ha explotado esta bonita práctica es en las telenovelas. ¿Qué telenovelas nos hemos soplado creyendo que son bien originales, y a la mera hora son refritos de otras? Hagamos un “salto en el tiempo”.

¿Cuál es la trama básica?

Chica que trabaja como jornalera en cafetal (o campos agaveros) conoce a hijo de dueño y, tras una serie de intrigas que involucran una agencia de prostis en Europa, y un rápido y estúpido ascenso social, pueden consumar su amor.

¿Cuáles son las “diferencias”?

La versión colombiana, la original, está pensada para explotar al máximo una de las características esenciales de Colombia: el café. La segunda versión, de TV Azteca, decidió que México tenía lo suyito en cuanto a café: Veracruz. La tercera, que hizo que Angélica Rivera esté a un paso (¡no por Dios!) de ser primera dama, decidió darle un “giro” y concentrarse en nuestro producto de exportación: el tequila.

¿Con cuál nos quedamos?

Con la original, naturalmente. Margarita Rosa de Francisco es una gran actriz, y Guy Ecker también. Nos gustó mucho por original y por romper hitos. Las otras, aunque muy buenas en su tiempo, no le llegan.