¿Quién lo hizo?

Quien alguna vez fuera el hombre más deseado, con buena dote actoral y mirada desarmadora: Brad Pitt.

¿A quién engañó?

A su esposa de entonces, la “amiga” Jennifer Aniston. Aún no tenían hijos, pero todos creíamos que su matrimonio iba viento en popa.

¿Cómo lo descubrieron?

Todo empezó con el rodaje de “Señor y señora Smith”, con Angelina Jolie. La química en pantalla era tan evidente que no fue necesario ningún destape en ningún medio de comunicación: a leguas estos dos se traían algo. Efectivamente, un año después, Brad anunciaba su divorcio, dejaba a Jen desconsolada y se “arrejuntaba” con la lobezna Angelina. Hoy tienen un zoológico de niños en cautiverio.

¿Lo perdonaríamos?

Es difícil, por el shock de perderlo, pero sí: lo perdonamos. Y lo perdonamos aún más si se decide a dejar a esa mujerrrr del mal.