Baños de 40 minutos / jugar con agua / sábados de gloria

¿Qué se pierden?

Está mal que lo digamos, pero de niños a todos nos encantaba jugar con el agua. Desde estarnos horas en el baño de modo que la piel se nos hacía de “viejitos” hasta mojarse toda la tarde encima del lavadero.

¿Por qué era bonito?

Debe ser la genética: todos los niños están predispuestos a llevarse bien con el agua. Es algo que está escrito en nuestro código vital: saltar sobre los charcos, meter las manos hasta los codos si vemos una pila con agua, jugar a manguerazos…

¿Qué tendrán en lugar de eso?

Una ciudad cada vez más seca. Ya no temos agua: el bajísimo nivel del Sistema Cutzamala nos está absorbiendo, y de ahora en adelante será reglamentario el corte de fin de semana, TODOS los fines de semana.

Ni modo: tenemos que cuidar el agua.