¿Y eso cuándo fue?
En el 2002, a la sureña de Kentwood se le ocurrió, por qué no, actuar en una película llamada “Crossroads” (que en México titularon “Amigas para siempre”, aaaww).

¿Qué decíamos que nos gustaba…?
¡Que por fin íbamos a ver a Britney actuar! Si ya tooooodo lo hacía bien (i.e.: cantar con playback y bailar), ¿qué daño le podia hacer a su carrera interpretar a una tarada llamada Lucy en una película sobre un montón de taradas persiguiendo un sueño tarado? ¡Nada!

¿…Y qué nos gustaba en realidad?
Que en el fondo todos la vimos nomás para ver qué tan mal actuaba Britney. No nos decepcionó: sí es mala de veras. Tampoco le ayudó un guión horrendo que como que quería intercalar una escena sexosa, pero no convencía del todo, y un poco de amistad femenina que más bien dejaba a las tipas como perras envidiosas… y que por lo tanto fue nominado a un Razzie Award (a lo peor de la industria fílmica).