Generalmente este tipo de textos comienzan con esa misma pregunta,carecen de toda originalidad, cansan, pero a veces las preguntas nosarrinconan sin que podamos escapar a ellas.

Porque Keith Richards, bajita la mano, puede jactarse dehaber canalizado la historia entera del siglo XX a través de su cuerpoy mente. Apenas a los 66 años de edad (un ejemplo para lajuventud, en verdad) ha recibido condecoraciones reales, se hainyectado toneladas de heroina, ha tocado con enormes leyendas delblues (siempre menores a su leyenda), a participado en exitosas sagascinematográficas y conocido con cercanía a titanes de las artesplásticas, se ha acostado con infinidad de mujeres, ha vivido lasGuerras más cruentas….

Interesante que un discreto y violento muchacho de las clases mediasbritánicas sea la más viva representación de lo que los últimos añosnos han dejado bajo el nombre de la "cultura".

Interesante que sea su vida, y no la de presidentes y líderesmundiales, la que sirva como termómetro confiable de nuestros temorescolectivos y nuestros excesos.

Interesante ver cómo una Fender puede cambiar el mundo y nutrirse de toda su historia.

Life es una biografía larga y detallada, jugosa en chismes y aburrida en estilo y algunas partes de su contenido. Sin embargo, esuna lectura obligada para quienes consideramos que, más allá de unascuantas piedras rodantes, la verdadera historia de nuestras sociedadesse narran desde la base.

No es que Richards sea como todos nosotros; más bien, es uno de losnuestros que, por accidente y fortuna, terminó catapultándose al Olimpode aquellos pocos elegidos. Porque es un espejo de todas susrealidades, un catalizador de todos esos eventos que, para bien o paramal, han afectado nuestras vidas.

Vida de Keith Richards puede comprarse en Ghandi. Miguel Ángel de Quevedo121, Guadalupe Chimalistac. $29.