Sus letras, si acaso referentes biográficos, me parecían un tanto rebuscadas y en sus entrevistas veía, cliché inverso, más al personaje que a la persona.

Jugaba a ser un ebrio excéntrico, un marginal del país que más amaba, un surrealista. A mi me gustaba quedarme con sus danzones, con sus melodías más dolorosas, con una de las trilogías más extraordinarias en la historia de la música popular contemporánea: Swordfishtrombones, Rain Dogs, Frank’s Wild Years. Me interesaba poco lo que tuviera que decir, en una de esas arruinaba mi intimidad musical. Por eso no quería leer la biografía de Hoskyns. Y temo decir que todos mis temores y sospechas se vieron confirmados.

Porque La Coz Cantante (a sabiendas de que aquel es el subtítulo) es un libro de ignorantes subiéndose a la ola del mito. Si Tom Waits siempre se ha figurado como un tipo impenetrable, obsesionado con ocasionar leyendas, el libro hace poco para derribarlas y se concentra entonces en los aspectos más aburridos de la vida del cantante: sus peripecias musicales, la creación de su figura, el cuento con su público, etcétera.

No hay vestigio de humanidad, verdadera inspección de su niñez y sus influencias, tratar de entender por qué Thomas Alan Waits se convirtió, finalmente, en Tom Waits.

Es un lugar común: el libro que convierte al artista en hombre. Pero, aún como lugar común, de algunos personajes se extraña. Mejor quedarse con la música, no preguntarse más. Para eso está el video.

Tom Waits: La coz cantante (Global Rhythm Press) de Barney Koskyns, tiene un precio de $335 y se puede adquirir en Conejo Blanco, Amsterdam ·67 en la colonia Condesa.

32852Tom Waits, el del libro

Tom Waits, el del libro (Global Rhythm Press)