Su interés es, fundalmente, el de la creación. Su trabajo dista mucho en ser el más sonado del circuito artístico del país, pero las piezas creadas tanto por Luis Verdejo como por Javier del Cueto dejan a una parte importante del gremio envidioso de su capacidad.
Privilegiados de varios talentos, rodeando tanto los ámbitos de la cerámica como los de la escultura, el dibujo y la pintura, recuerdan con gusto a esa generación virtualmente desaparecida de artistas comprometidos, sobre todas las cosas, por expresar sus intereses personales y creativos. No hay fanfarrias, espejos de elegancia o fiestas desenfrenadas. Solamente presenciamos el amor al arte.
Pasiones que en términos de estilo recuerdan a lo hermoso del nuevo arte abstracto en la plástica, con trazos delicados y fracturados que nos remontan a lo más vulnerable de nuestras sensaciones. Cuando se crean figuras tridimensionales, de materiales de finísima factura, nos encontramos con minimalismos sutiles que refrescan mucho de lo creado en la actualidad.
Luis Verdejo y Javier del Cueto funcionan en su conjunto por la coincidencia de sus intereses y pasiones, por su simpleza y admirable humildad. La exposición inaugurada en Estación Coyoacán es un claro reflejo de cómo, en un medio plagado por las relaciones públicas y la mediatización, aún existen figuras netas comprometidas con el arte.
Estación Coyoacán. Ortega 23, esq Carrillo Puerto Del Carmen. Lun-dom, 10-18. Entrada libre.