El rey del corrido tuvo un reinado corto, en vida. Pero los efectos, como el legado de cualquier gran conquistador, siguen haciendo eco en la música regional mexicana como pocos —o ninguno—, hasta la fecha. Chalino Sánchez como hombre, leyenda y genio musical se devela en un nuevo teatro: el pódcast.

Ya sea desde sus influencias en el regional mexicano, así como otros géneros, la vida de Chalino Sánchez es una historia como pocas se han contado: superación, resistencia, violencia y mucho más. Por ello, platicamos con Alex Mendoza, periodista mexicano encargado de la investigación y narración en español de Ídolo, La Balada de Chalino Sánchez.

Tal vez muchos conocen el mito y la oscura leyenda que gira en torno al rey del corrido, pero su historia y la reconstrucción de sus pasos habla de un tejido más profundo sobre las relaciones entre México y Estados Unidos, el poder y la sed de gloria. Checa lo que nos contó, abajo. 

¿Por qué visitar la historia de Chalino Sánchez en este momento?

Es uno de esos personajes que mucha gente lo ubica; ya sea por escuchar sus rolas o ha visto su foto o hasta el meme que hay con Snoop Dogg, pero no necesariamente conozcan su historia. Y es que es de esas historias que merecen y deben ser contadas. Parece que salió de un guión de Hollywood o donde sea.

Él fue conocido como “El Rey del Corrido”, y fue uno de esos personajes y figuras que ayudaron a formar el género regional mexicano como lo conocemos ahora. Con esto me refiero a que actualmente existan personas como Natanael Cano o Junior H y el corrido haya evolucionado de la manera que lo hizo hacia lo pop y lo mainstream.

Es una historia con la que miles de mexicanos se pueden identificar o, más bien, es la historia de miles de mexicanos. Chalino fue un joven que creció en un rancho humilde en las afueras de Culiacán y siempre estuvo rodeado de violencia. Llegó a EU como indocumentado, buscando un mejor futuro y tiene este espíritu soñador de hacer música; a pesar de que no fuera particularmente virtuoso o tener la mejor voz. Quiso, por sus huevos, y la rompió porque conectó con la gente.

Sin embargo, su historia termina de una manera muy trágica, envuelta en la violencia. El es asesinado después de un show, su primer show, en su tierra. Lo encuentran tirado en la carretera y nadie sabe por qué.

¿Cuál fue el momento en el que Chalino se convierte en una figura de culto?

Una gran parte del encanto de Chalino es que era un tipo bravo. Cantaba de corridos y narcocorridos, siendo uno de los primeros en hacerlo, y empieza a conectar mucho con la gente porque su estilo era de rancho, bravo, es más, casi siempre se subía al escenario con una pistola. 

Todo cambia cuando Chalino ofrece un concierto en el Valle de Coachella, por ahí del 91-92, en un como rodeo, y esa misma noche se agarra a balazos con alguien del público. Mientras él está cantando alguien le tira, y dispara de regreso. Una bala perdida termina dándole a alguien del público, quien después moriría, y la persona que disparó primero va a la cárcel. Chalino es herido de dos balazos, uno en el pulmón, pero en ese entonces como no había redes sociales simplemente la voz se corre y se empieza a generar su leyenda. Este evento le da el street-cred de que es un vato que canta sobre el narco, trae pistola y además sabe tirar y está cargada. 

Ahora, años después de su muerte, su leyende está más viva que nunca: playeras, discos, hasta una canción de C-Tangana en su último disco tiene una rola que se llama “cambia” y menciona a Chalino. Es muy profundo lo que representa: el güey que la armó y termina de manera trágica. 

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Chalino Sánchez, vía Wikimedia Commons.

¿En qué estaba trabajando al final de su vida?

Chalino firmó un contrato discográfico y a los dos meses lo asesinaron. Él ni siquiera vio un CD suyo, solo los cassettes, no pudo ver los resultados de su trabajo. Lo asesinan cuando estaba a punto de convertirse en una súper estrella, de hecho, casi todos los discos que tenemos han sido póstumos: grabaciones perdidas, compilaciones, etc.

Grabó muchísima música, pero mucho de eso se conoció después de su muerte.

¿Cómo fue la producción de La Balada de Chalino Sánchez?

El pódcast son 8 episodios en español y 8 en inglés, lo hicimos en colaboración con Futuro Studios, Sonoro y Sin Miedo Productions. Hubo un equipo en Estados Unidos haciendo el reporteo allá, porque gran parte de la vida de Chalino fue en esa zona, y yo estuve acá, en Mazatlán, Culiacán, etc. Fue muy emocionante porque pude hacer entrevistas increíbles con personajes clave de la vida de Chalino. Hablamos con Marisela, su viuda, por ejemplo, y es una historia familiar durísima también, pues él dejó un hijo y una hija, y el hijo, Adán Sánchez, comenzó su carrera también como cantante. Ya estaba lanzando su carrera cuando lo invitan a cantar acá en Culiacán, vino pero tuvo un accidente de coche y fallece en la carretera, iba con su mánager y un amigo.

Obviamente con esto se alimenta más la leyenda negra de que no fue un accidente, de que cuentas por saldar, etc. Entonces, como digo, está esa entrevista con ella, con Nacho Hernández, que es el acordeonista y compadre de toda la vida de Chalino. También, tuve la suerte de platicar con Santa Fe Klan, que estuvo muy especial porque a Santa Fe le gusta muchísimo Chalino y todo su Spotify está lleno de él. De hecho, al final de una entrevista tomó una guitarra y se puso a tocar Las Nieves de Enero de Chalino Sánchez.

Hay muchos ángulos: desde sociólogos y académicos, así como músicos, familiares y amigos.

¿Cuál es tu anécdota favorita de Chalino que descubriste en tu investigación?

Bueno está difícil ganarle a eso de agarrarse a balazos a medio concierto, ¿qué es más cabrón que eso? Otra es que él fue de los primeros en usar esta estética buchona de estampado, seda, cadena de oro, el sombrero del lado, etc. Pero una que me gusta mucho es que él terminó en la cárcel durante un año porque cruzaba indocumentados en la frontera. Fue coyote durante un tiempo.

Bueno, resulta que lo meten a la cárcel un año y ahí se encuentra con raza de Sinaloa y es en la cárcel donde él descubre su talento para componer canciones. Entonces empieza a hacer corridos sobre pedido, tal cual a escribir una rola para que a cambio le den dinero, cigarros, lo que sea. Ahí empezó a escribir el Chalino, por supuesto, a criminales o narcos para que dijeran las canciones que eran los más chingones y demás.

Cuando sale de la cárcel los graba. Son 15 casettes de narcocorridos, uno para cada uno de sus clientes, mismos que graba contratando una banda. Y ahí hay dos versiones: una es que el cantante de la banda no llega y el Chalino se avienta al ruedo, aunque no es cantante y con eso decide ya volverse cantante; la otra es que sí llega el cantante pero a Chalino no le late nada, está dándole dirección tras dirección y nada más no le gusta, así que lo manda a la chingada y decide cantar las canciones. Con eso sale una de sus frases célebres: “es que yo no canto, yo ladro”.

Chalino Sánchez lee una amenaza de muerte antes de su presentación.

Ídolo, La Balada de Chalino Sánchez se estrenó el 1 de febrero 2022 y se puede encontrar en todas las plataformas.