Take a Seat, la exposición más reciente de la bailarina, coreógrafa y performer, María La Ribot, se conforma por siete piezas que reflexionan sobre el cuerpo, el movimiento, el espacio, las multitudes y la interacción del espectador, entre otros temas. Los formatos de los que la artista se sirve son la instalación, la videoinstalación, el video y la performance. Si quieres saber más, lee esta entrevista a La Ribot.

La muestra inicia con Walk the Authors, obra integrada por un grupo de sillas pirograbadas que se despliegan y en cuyas superficies se escribieron las historias de ciertos personajes. Si el público quiere leer estos pequeños relatos, deberá tomar una de las sillas, seguir cada oración y ver sus lados.

En otras piezas, la cámara se encuentra pegada por completo al cuerpo. Este concepto fue desarrollado por La Ribot, se llama cuerpo-operador y su ritmo puede entenderse mejor al estar frente a títulos como Traveling Olga / Traveling Gilles, díptico en el que los bailarines y coreógrafos Olga Mesa y Gilles Jobin exploran de forma vertiginosa el espacio.

Entrevista a La Ribot Take a Seat

Foto: Lulú Urdapilleta

En Beware of Imitations!, pieza sombría que rinde homenaje a la productora y bailarina Loïe Füller, el músico experimental Carles Santos toca el piano mientras que La Ribot explora las inmediaciones de la escena con su cámara.

Una interesante reflexión se da en FILM NOIR, obra a medio camino entre la crítica y la coreografía, que se sirve de grandes producciones de Hollywood (Espartaco, de Stanley Kubrick, y El Cid, de Anthony Mann, por ejemplo) para centrarse en la figura del extra.

La Ribot es una de las artistas más relevantes del presente y su trabajo ha merecido el Premio Nacional de Danza en 2000 y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, reconocimientos otorgados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España.

ENTREVISTA A LA RIBOT

Eres una artista multidisciplinaria con una iniciación en la danza, ¿a qué obedeció esa exploración creativa?

Me parecía que necesitaba empezar por la danza, pero nunca pensé en ninguna disciplina como el final de algo; creo que éstas son siempre abiertas, aunque se cierren económicamente en las instituciones y en los órdenes sociales, pero nunca en las artes por sí mismas. Los artistas somos más indisciplinados.

La danza fue un territorio de búsqueda que creció casi orgánicamente. En casi todos los aspectos la sigo haciendo, pero de una forma subjetiva. En los videos, por ejemplo, hay una implicación física, una relación con el espacio, el tiempo y el ritmo.

Sí, para mí todo eso podría ser un cuestionamiento de la danza.

¿Consideras que la performance está emparejada con los rituales primigenios?

La performance es el nombre que se le dio a las implicaciones del cuerpo en las artes visuales y plásticas de los artistas que estudiaban Bellas Artes en Francia y Alemania a principio de siglo; con la música, los coreógrafos y los bailarines tuvieron la necesidad de usar el cuerpo, pero esa parte ritual y primigenia que mencionas nos remonta al origen del teatro y la danza. Es lo que las artes vivas implican. No tengo fronteras entre la performance, el teatro y la danza.

¿Qué buscas al crear una atmósfera?

Cada pieza pertenece a un proyecto o una idea, pero quizá me tengo que ir de nuevo a la noción del arte vivo. A mí me interesa lo que está ocurriendo, el misterio del Teatro. Todos lo videos, salvo Film Noir, pertenecen a una investigación. Me inquietaba saber qué tan cerca podría trabajar con el video como arte vivo. Entonces, todo es plano secuencia; filmo eso que ha ocurrido en un momento que fue, la cámara está muy cerca del cuerpo, entre lo objetivo y lo subjetivo, y la grabación no se corta, no tiene ediciones. Los videos responden a esa idea, a ese cuerpo operador que está mostrándonos el sentimiento y la experiencia de danzar en los espacios. Es lo más que puedo acercarme a lo vivo.

https://giphy.com/gifs/photography-xd-early-cinema-XFT9Rl4Fg41Ms

Hay una paradoja: buscas lo vivo, pero lo haces a través del fantasma del video, ¿te refieres a lo vivo del momento?

Sí, es contradictorio, puesto que es un material reproductible. Además, no siempre es el único momento vivo, sino el que estuvo lo más cerca posible de mi objetivo: el plano secuencia que me pareció mejor. Mucha gente dice que la performance no se planea, pero yo no lo creo. Yo ensayo y ordeno, y empiezo a hacer pases y pases hasta que llega el momento en que algo empieza a ser comprensible. Quiero decir, en otras palabras, que cualquier cosa escénica se planifica.

¿Tu producción audiovisual está relacionada con los orígenes del cine independiente en Estados Unidos?

Sí. Me interesa todo ese mundo donde la cámara es lo que más se parece al cuerpo. Me maravilla que la cámara no sea como una máquina, sino como una mirada total y subjetiva (en el sentido en que está mirando de cerca, muy íntima y humana).

Entrevista a La Ribot foto

Foto: Cortesía Centro Cultural de España en México

¿Cuál es la esencia de Take a Seat?

Las sillas. Son importantísimas en mi vida porque las he usado durante 30 años. En un principio, Walk the Chair tenía como fin que el espectador mirara las piezas de otros artistas y se volviera activo intelectualmente. Luego presenté Walk the Bastards, integrada por las sillas que eran hijas de aquéllas. Si bien, ésta era una historia de inclusión, las sillas funcionaban igual que las otras, puesto que servían para que el público interactuara. Aquí he traído seis modelos independientes.

Si la realidad se construye a través lenguaje, ¿qué pasa, por ejemplo, con la danza?

Tengo una teoría. Según yo, la concentración es algo fantástico porque el cerebro funciona a cinco niveles: el primer cerebro, el fisiológico, escucha y mira; el segundo, el sensorial, se concentra en lo que está pasando; el tercero, la conciencia colectiva, es el contacto con compañeros y espectadores; el cuarto, el técnico, es lo que tienes que hacer (la coreografía) y el quinto, el inconsciente, es decir, la imaginación y los fantasmas necesarios para estar ahí.

Si te gustó esta entrevista a la Ribot, no te pierdas Take a Seat

Dónde: Centro Cultural de España en México, Salas 1 a 5 (Guatemala 18, Centro).

Cuándo: 25 de julio a 14 de octubre de 2018 (martes a viernes, 11:00 a 19:00; sábado, 10:00 a 21:00, y domingo, 10:00 a 16:00). Visitas guiadas: 29 de agosto y 26 de septiembre.

Cuánto: entrada libre.

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