Agonía y Éxtasis de Steve Jobses la puesta en escena del monólogo escrito por Mike Daisey que narra el lado oscuro del llamado “genio de la tecnología” y fundador de Apple. Para los críticos de teatro la obra es polémica y algo exagerada; sin embargo, tres amantes de la tecnología se lanzaron al teatro del Hotel NH en la Zona Rosa, en donde se exhibe esta puesta, para darle una mirada geek a esta obra.

Aquí te presentamos sus puntos de vista.

Francisco Rubio – Coordinador del Pool Tecno de Grupo Expansión

Esta obra debe ser vista por cualquier fanático de la tecnología. Y digo DEBE, sin temor a equivocarme, ya que Steve Jobs, para gusto de algunos y odio de otros, fue el personaje que movió, irrumpió e hizo con el mercado de la tecnología lo que muchos han querido pero pocos han logrado: que hasta el más neófito del planeta se interesara en el tema y preguntara sin temor: “¿cuándo llega el nuevo iPhone?”.

La puesta en escena es sencilla pero cumplidora; el actor Alfonso Dosal no necesita un gran escenario o espacio para denotar su pasión por el tema y por lo que realiza a lo largo de la casi hora y media de espacio. El protagonista, sin nombre, es un fanático de Apple quien, en su misión por conocer todos los detalles de su marca favorita, viaja hasta China para conocer las fábricas de Foxconn en donde se realizan 80% de todos los gadgets que tienes en tu casa.

Ahí, nuestro protagonista se da cuenta que aquella imagen impoluta y prístina de Apple se derrumba por la situación de los trabajadores en esta fábrica; el climax de la obra llega cuando Dosal cuestiona al público si Jobs conocía a la perfección las condiciones de trabajo de estas personas. Sin embargo, para mí, esto no es el tema de asunto, porque por supuesto que Jobs sabía de este tema, al mismo tiempo que los CEO de empresas como Samsung, Nokia, LG, Sony y muchas más conocen este tipo de tema y nadieeee, hace naaaaaaada.

Me parece que la obra y su autor Mike Daisey utilizan la figura de Steve Jobs para concientizar al público sobre la situación, sin lograr amarrar por completo al público; es decir, quien odia a Steve Jobs (por cuestiones personales, de marca o mera mala leche) saldrá encantado y reforzando sus ideas; sin embargo, para quien ve en él una figura a seguir, las declaraciones en su contra son misiles de arena que se derrumban al primer chaparrón.

En conclusión: si eres un geek de closet o destapado, ésta es la obra para ti para poder reflejar sin duda alguna de tus hábitos; si no lo eres, por lo menos disfrutarás de una actuación estupenda acompañada de unas buenas palomitas y cerveza que venden en el lugar. Ah, y se me olvidaba, si utilizan el estacionamiento del hotel, cuidado porque se me ‘desapareció’ el cable de carga de mi iPhone.

Gabriela Chávez-reportera de tecnología del Pool Tecno de Grupo Expansión.

No es una obra cambia-vidas, ni sentí ganas de tirar a la basura mi iPhone cuando salí, pero confieso que me reí muchísimo y me identifiqué como una de esas creyentes de Mac que tiene un ritual para abrir sus gadgets y que no sabe por qué quiere el nuevo iPhone, pero ya se está formando para comprarlo (confieso).

Para quienes estamos clavados en esta industria, el monólogohace que te rías un poco de ti mismo, y por lo menos para mi, refrescó la memoria sobre cómo están hechos mis juguetes; seas o no fan de Apple, escuchar el lado B de la industria sí levanta emociones, ya sea coraje, sorpresa o un “se los dije”… si eres fan de la competencia.

Como clavada tecnológica, las escenas de suicidios en la línea de producción del iPad que cuenta la obra, no fueron sorpresa; sin embargo, siempre había leído o escrito estos datos, y escucharlos en escena les da ese tinte dramático que si lo escuchara por primera vez, sí me provocaría coraje; no sé si coraje contra Steve Jobs o contra Apple, más bien creo que la obra, aunque de entrada te habla del lado oscuro del genio (que no niego que sí revolucionó la tecnología), pone el dedo en la llaga de la industria tecnológica en general, cosa que creo muy loable del monólogo.

Siendo periodista de tecnología, sería hipócrita de mi parte decir que me enerva esta forma de producción, pero creo que entre más gente lo sepa, cae un poco de presión en estas compañías para que no sólo cambien el mundo y la manera en que consumimos, sino que lo hagan de una manera más decorosa.

En resumidas cuentas, fan o no de Apple saldrás con una opinión sobre la industria tecnológica, por lo menos para una rica plática de sobremesa o para reafirmar tu gusto por la marca sin importar el detrás de cámaras.

Aquí la frase “el fin justifica los medios” toma todo un nuevo significado.

Hugo Juárez – Editor Adjunto de Chilango.com

¡Amé esta obra de principio a fin! No sólo porque no hubo un solo momento en el que dejara de sonreír o carcajearme (salvo cuando se habla de los suicidios y las deformaciones en las manos de los trabajadores que arman los aparatos que tanto amo), sino también porque Alfonso Dosal hace un trabajo súper digno al retratar al geek – freak que va a la Meca de la tecnología. Aunque su actuación podría parecer “exagerada” para los no geeks, para personas como yo fue 100% fiel, te identificas y hasta de avergüenzas de lo ñoño que puedes llegar a ser, al tomar como algo sublime el momento en que abres la caja de tu nuevo gadget o videojuego, cuando lo hueles para recordar por siempre el olor a nuevo… aaaah… felicidad…

OK, eso fue demasiado.

El caso es que amé la obra y no sólo por lo que ya mencioné arriba, sino también porque escuché todo lo que quería escuchar. Fue como si mi conciencia me hablara al oído y me dijera: “¿ves? toooodo este tiempo tenías razón…”. Fue como si esa obra fuera escrita para mí.

Por supuesto, me declaro detractor de Apple, de sus métodos de negocio y de sus productos. Y si bien esta obra no es en contra de Apple solamente, sino que expone los tejes y manejes malos de las compañías de tecnología en general, sí pone muy en su lugar a todos aquellos Applezombis y adoradores de Jobs que creen que su objeto de admiración vino al mundo como mesías a mejorar la vida de la humanidad con sus precios injustos, gadgets desechables que al año de comprados ya son “viejos” porque son sustituidos por modelos mejores, y vendimia de imagen y status en lugar de calidad. ¿Pero quién no hace eso? Todos, pero nadie tan descarada como Apple.

Agonía y Éxtasis de Steve Jobs es una puesta divertida, reflexiva y entretenida hasta para los Applezombis. Si eres un detractor como yo, te dará miiiles de argumentos para ganar discusiones con fans from hell de Apple, pero si no lo eres, te dejará mucho en qué pensar. Y eso es justamente su mayor valor.

Agonía y Éxtasis de Steve Jobs

Teatro del Hotel NH Mexico City

Liverpool (a una cuadra de Av. Chapultepec) 155

Entre Florencia y Amberes

Col. Juárez

lun-mar, 20 hrs, dom 16:30 y 18:30 hrs.

Precio: general, $375