Chilango

Siete errores comunes al hacer una carne asada

Foto: Shuttertock

Cualquier pretexto es bueno para hacer una carne asada: juntar a tus amigos, destapar unas cervezas y poner música; eso es fácil, lo complicado viene a la hora de decidir qué comprar y cómo hacer la carne. Para evitar esa vuelta a la tienda a última hora y saborear un corte perfecto, te compartimos nueve errores comunes cuando haces un asado.

No comprar suficiente carbón

Una buena carne asada siempre dura horas y eso significa que habrá una segunda ronda de comida. Si no hay suficiente carbón tendrás gente hambreada (y tal vez un poco ebria), así que la recomendación es tener siempre una bolsa extra. La proporción promedio es una bolsa de 3 kg para 6 kg de carne.

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No limpiar la parrilla

Eso de usar una cebolla para limpiar la parrilla es un mito, no sirve. Puede que la aromatice, pero no hay sustituto del agua y jabón.

Usar químicos para prender el carbón

La forma más rápida y efectiva de hacerlo es con un cubo de parafina y una chimenea (el cilindro de aluminio). Los líquidos que venden para ello le impregnan sabor a la carne y tienen químicos, evítalos. Ahora que si eres un máster, puedes aplicar la técnica de la servitoalla con aceite, pero honestamente, ¿para qué complicarse la vida?

Aceitar la parrilla en vez de la comida

Cuando le echas aceite a la parrilla el calor lo hace desaparecer y la carne termina pegándose. Es mejor que aceites lo que vayas a poner a las brasas.

Tener prisa

La prisa es el mayor enemigo de una carne asada. Desde descongelar los cortes, hasta dejar los minutos necesarios la comida para que tenga la cocción ideal, debes tomarte tu tiempo. Para descongelar, lo mejor es hacerlo una noche antes en el refrigerador y dependerá del grosor del corte el tiempo que deba dejarse en la parrilla.

Poner carbón en toda la parrilla

Dependiendo de lo que pondrás al asador, es importante que haya un espacio de fuego indirecto, o sea sin carbón. De esa forma podrás hacer un corte grueso sin que se queme. El chiste es ocupar la parte sin brasas como un horno, sólo que para hacerlo necesitas un asador con tapa.

Que haya varios parrilleros a la vez

Sabemos que la parrilla es sinónimo de poder. Todos quieren demostrar sus habilidades en ella, pero eso implica desorganización y, en más de una vez, que se descuide la carne.

Si ya no resistes el antojo de hacer una carnita, aquí te decimos dónde comprar un buen corte.