Segundo torneo #QuéExtrañamosMás: versión antojitos
Por: Redacción
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Después de que Coyoacán se alzara como flamante ganador en nuestro primer torneo de #QuéExtrañamosMás los chilangos (tras un reñido duelo frente a Paseo de la Reforma y luego de dejar en el camino a Xochimilco, Parque La Mexicana y el Palacio de Bellas Artes), arrancamos con el segundo.
Esta vez los duelos a tres rondas y con límite de tiempo serán entre puros pesos pesados, los cuales harán que cada decisión sea realmente difícil: los antojitos.
Es verdad que muchos de ellos podemos disfrutarlos a domicilio, pero no es lo mismo que ir a probarlos recién hechos y nada se compara con darle la primera mordida después de haberlos pagado “para comer aquí”.
Sin más preámbulos, que comiencen los verdaderos juegos del hambre…
Barbacoa de tianguis vs. birria bien picosa
Ambas son altamente efectivas para curar hasta la más temible cruda y también ideales para almorzar un domingo y llegar de mejor ánimo al inicio de semana.
Unas buenas tortillas hechas a mano son el mejor complemento, ¿cuál reina en tu corazón?
Huaraches con salsa vs. petroleras con queso
En esta esquina, los huaraches, que pueden ir cubiertos de pollo, arrachera, chorizo, nopales, quesillo, queso rallado, costilla, huevo y mucha, muuucha salsa. Perfectos para desayunar en sábado recién salidos del comal. Se dice que fueron creados por doña Carmen Gómez Medina, chilanga, quien los preparó en 1930, buscando darle otra cara a los tlacoyos.
En la otra, las petroleras, unos sopes de 30 centímetros de diámetro que llevan frijoles, salsa roja y verde, queso rallado, cebolla y uno o varios ingredientes extra a escoger: costilla, huevo revuelto, quesillo, salchicha, longaniza, hongos, cecina, pechuga o suadero. Son originarias de Azcapotzalco.
Quesadillas vs. tlacoyos
Los chilangos somos objeto de innumerables memes porque no importa si el relleno es pollo, picadillo, chicharrón, hongos, flor de calabaza, tinga de res o papas con chorizo: ¡se llaman quesadillas sin queso y punto! Las mejores, la verdad, son las combinadas, y ya se ha vuelto tradicional agregarles crema, queso rallado y lechuga, para rematar.
El contrincante es una creación de origen prehispánico, favorita desde entonces de los visitantes del mercado de Tlatelolco. Se preparan al comal (asados o doraditos), pueden ir rellenos de haba, frijol o requesón, y ser de maíz blanco o azul. Suelen prepararse con nopalitos, queso rallado y salsa de tu elección.
Papitas del carrito vs. chicharrón preparado
Les tomamos amor cuando íbamos en la primaria y sus sabores nos han acompañado desde entonces.
Las papitas de carrito han ido evolucionando y las podemos encontrar de diferentes sabores (naturales, adobadas, endiabladas) y les puedes agregar chamoy, salsas picantes, sazonadores, y coronarlas con churritos, cacahuates y hasta gomitas… cada quien.
En cuanto a los chicharrones preparados que puedes encontrar en el Centro, Chapultepec o Coyoacán (por mencionar unos), son irresistibles por la mezcla perfecta de lechuga, crema, sal, mucho limón, quesito y aguacate… no estamos salivando, tú estás salivando.
Guajolocombo vs. esquites
Frente a frente, dos clásicos de las salidas del Metro, las entradas de los supermercados, la esquina de la panadería y el lugar estratégico cerca de la oficina.
La torta de tamal con atole es una combinación ganadora para los godínez chilangos (ahora recluidos en casa), perfecta para premiar en viernes la dieta que (a veces) hicimos desde el lunes y acompañar la feliz jornada que declarará formalmente inaugurado el fin de semana. El bolillo un poquito humedecido con el calor del tamal es algo que no se aprecia fuera de CDMX.
Y qué podemos decir de los esquites, con chile del que sí pica (por supuesto). Nada se resiste al olor que sale de la olla, al juguito de limón que se escurre hasta el vaso y se mezcla con los granos tiernitos; la mayonesa y el queso son la cereza del pastel… hay a quienes les gustan con pata de pollo y hasta con tuétano.
Flautas ahogadas vs. pozole
Las flautas son unas campeonas, ya sean de papa con queso, carne o pollo, son un manjar de fondita que pocos perdonan en el menú. La versión ahogada en una salsa verde picosita y humeante las vuelve irresistibles. La crema y el abundante queso de toppings son el broche de oro.
¿Y qué podemos decir del rey del 16 de septiembre? Otra receta de origen prehispánico que es tan tradicional que hasta tiene una variedad diferente según la región del país. Es delicioso de cerdo o de pollo, acompañado de lechuga, aguacate, chicharrón ¡y unas tostadas! Todo un manjar.
Torta de chilaquiles vs. gordita de chicharrón
La única forma de mejorar unos deliciosos chilaquiles es metiéndolos en un bolillo fresquecito, con todo y su crema y su queso. Esta creación chilanga cobró fama en una esquina de la Condesa… otra de esas suculentas creaciones incomprendidas fuera de CDMX, pero que confirma nuestra capacidad de rellenar un bolillo con casi todo.
La dura contrincante es un clásico de clásicos de cualquier puestito de garnachas: la vieja confiable, la tradicional gordita de chicharrón, ya sea de maíz amarillo o azul, adicionada con nopales, salsa y quesito. No hay como recibirla recién hecha en el plato de plástico cubierto por papel estraza.
Dorilocos vs. torta cubana
Los doritos nachos son de los consentidos chilangos, cuya capacidad reinvención parece ser infinita y dio como resultado este platillo que suele llevar diferentes salsas, cacahuates, papas fritas, verdura rallada, mucho limoncito y también sal. Requisito indispensable, que no los sirvan en plato, se comen con tenedor directo de la bolsa estratégicamente cortada.
Y para cerrar, otro manjar que no pasa inadvertido: ya hemos hablado de la inagotable capacidad chilanga para reinventar la torta, pero esta es la reina en los locales de especialidad, ya sea de barrio o de cadena. Su combinación de ingredientes es amplia y variada: jamón, salchicha, pierna, quesillo, milanesa, mayonesa, frijolitos, aguacate, cebolla, jitomate, chile… ¡Ufff!
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¡Qué gane el más sabroso!
