Son parecidos por fuera pero lo opuesto por dentro.

Mariana
Pensé que esta elección sería más difícil, pero no, los submarinos ya no son lo que yo recuerdo que eran en mi infancia y se vieron muy débiles frente a su contrincante. Me quedo con los twinkies. El pastelito es más vainilloso, el relleno es de mermelada y no tiene ese color rosa (igualito al del chocotorro) de betún de pastel de quinceañera. No entiendo por qué tanta insistencia con el color ¿a poco así atraen a los niños?

Steven
No quisera ser snob, pero la verdad no me gustó ni uno de los dos. El pan del Twinky estaba desbaratándose — tan solo el intento por sacarlo de la bolsita lo dejó en mil pedazos. Y el relleno me recordó a la pasta de dientes sabor fresa que que compré una vez por accidente. El Submarino, sin embargo, es peor aún. El relleno es como betún, como dijo Mariana, y sabe a leche Nesquick sabor fresa. El pan, seco, malísimo. Veredicto: gana el Twinky por ser el menos malo. Vaya, honor.

Andrea:
Debo de aceptar que ésta fue mi cata menos apreciada. Eso de comer un pan bastante grasoso y mazudo con un relleno de sabor dudoso, no me motiva en lo más mínimo. Pero bueno, dejemos eso a un lado y a lo que nos truje Chencha… Ambos son bastante tristes, el pan del Twinky es una desgracia para el mundo. No lo puedes ni agarrar propiamente porque se desmorona al primer intento. Por otro lado el relleno del Submarino, no tiene más chiste. Sabe a betún de fresa mal hecho. En conclusión, apoyo a Steven, gana el Twinky no ser el menor malo.