Una de las heladerías más exitosas en la Condesa. Buen helado, café y especialidades.

Como era de esperarse a unos meses de abierto ya concurren ahí los amantes del helado cremoso y delicioso. Los puristas pueden decir que esto no es auténtico o que los italianos son mejores.

Al final, lo que cuenta es quién llena su local y vende más. En esta heladería se nota que los precios no importan tanto como el sabor. Por fortuna la atención es consecuente: amable y paciente con los indecisos (que no saben cual de los cuatro tipos de chocolate prefieren).

Como perfecto complemento están las humeantes tasas de café Illy, ya muy popular en esta zona. Las pantallas muestra videos todo el tiempo y la música va cambiando según la hora, y día de la semana (más lounge hacia la noche).

Además del buen ambiente, decoración y cómodos sillones dentro y fuera (son mucho mejores los de la terraza banquetera), las especialidades son de muerte por coma diabético. El fondue de chocolate viene acompañado con bolitas de helado de 4 sabores diferentes y frescos pedazos de fruta que van de maravilla con el cremoso y brillante chocolate.

Entre los helados hay una amplia variedad, por ejemplo una versión semi light del helado de macadamia clásico sin el caramelo, aquí el sabor de la nuez se aprecia mucho más.

La estancia en esta heladería parece corta de tan sabrosa que resulta, lamentablemente es insostenible pues al final si hay una notable diferencia en precio.