Por Mariana Camacho (@MarianaCamacho)

Polanco es una de las colonias más interesantes para los que buscan comer bien. Siempre hay algo nuevo: changarros, fine dining, apuestas de riesgo, lugarcitos, lugarsotes… Cornelia es el caso más actual, un restaurante que llegó al barrio con bombo y platillo de la mano del hotel Busué (contracción de Bello Eugenio Sue, por la calle donde se ubica) y el chef Arturo Fernández, a quien conocemos por su trabajo en el restaurante Raíz, en el Estado de México.

La propuesta en Cornelia sigue la línea de la cocina mexicana contemporánea con platos que encuentran su similar en versiones callejeras y urbanas, como los esquites, servidos aquí con perfume de epazote y quelites que agregan un toque verde y crujiente a la receta que todos hemos probado en ese carrito de confianza.
El lugar es bonito (con maderas, luces, verdes, muy acogedor) y tiene una terraza que todos envidian en la colonia. Hay que mejorar ciertas ejecuciones en la cocina (sobre todo, en lo que a temperatura de los platos respecta), pero vale la pena que te des la vuelta; vas a escuchar mucho sobre él.